Comparar al ciclismo con un iceberg parece algo acertado si tenemos en cuenta que el profesionalismo sería la parte visible del mismo, pero por debajo de la línea de flotación existe un entramado de equipos y categorías, de jóvenes ciclistas y de técnicos que en muchos casos de forma casi desinteresada y con escasos recursos destinan su tiempo a la formación de los más jóvenes. Desde las escuelas ciclistas hasta sub 23, ese entramado subsiste en nuestra provincia con lo justo pero con el orgullo de haber moldeado en los últimos tiempos a Arcas y compañía, los cuatro profesionales con los que actualmente contamos en la provincia y que deberían ser el ejemplo a seguir por los jóvenes, y a su vez el principal reclamo para que tanto instituciones como patrocinadores se volcaran en apoyo de este deporte.
El ciclismo base comienza a una edad temprana, con las escuelas ciclistas y los juegos escolares. Pero es ahí donde comienzan los primeros problemas. Para Miguel Bergua, del C.C. Oscense, lo primero que habría que hacer es “facilitar a los clubes la organización de pruebas, especialmente a los que organizan cicloturistas y sacan un beneficio, ya que si no existe un escenario en el que compitan, los chavales difícilmente se van a animar”. Otro tema es el de los técnicos, muy pocos en la actualidad. Formar más desde la base “se antoja fundamental porque si no trabajamos con ellos desde abajo será imposible que luego trabajen con élites y sub 23”.
Actualmente el C.C. Oscense ejerce como polo de atracción para los jóvenes de la provincia. Jóvenes que en muchos casos apenas han competido, entrenan en solitario y que llaman ellos mismos en busca de una oportunidad. Es por ello que “lo ideal sería una estructura piramidal, con una escuela por comarca, que nutrieran a dos o tres equipos de cadetes, y que estos a su vez sacaran ciclistas a un equipo juvenil y de allí pasar a uno élite y sub 23”.
El ciclismo cuenta con un handicap y ese es su peligrosidad. Para muchos padres, meter a sus hijos en carreteras con tráfico es un acto irresponsable, pero en palabras de Miguel “hay que quitarles esa idea, porque tampoco es así. Obviamente están más seguros en un pabellón pero también tienen que valorar lo mucho y variado que aporta a un chico un deporte tan singular como el ciclismo”.
Turismo Villanúa, una estructura histórica
Los chicos van creciendo y si demuestran cualidades su siguiente escalón tiene en la provincia un nombre: Turismo Villanúa-Cava Gran Ducay. Equipo júnior, un histórico de nuestro ciclismo heredero del Huesca la Magia y que en su categoría está entre los cinco mejores equipos a nivel nacional. Por aquí han pasado gente como Jorge Arcas, Marc Soler, Jaime Castrillo y Sergio Samitier. Cuentan con patrocinadores a base de llamar a todas las puertas, pero como nos comenta Guillermo Tomás, su alma mater, “es muy difícil mantener la estructura porque cada año los mitades corredores pasan de categoría”. Afortunadamente, el disponer de un sustento económico permite renovar la plantilla “generalmente con chicos catalanes ya que en nuestra provincia las escuelas ciclistas no funcionan como debieran”. Guillermo termina apostillando: “está muy bien lo del Aula en Bici pero cuando acaba el curso habría que encauzar a los chicos hacia los clubes de ciclismo para que tengan una continuidad”.
Sobre el éxito que cosecha año tras año el Turismo Villanúa, formación del C.C. Barbastro, Guillermo comenta lo siguiente: “Procuramos ser una familia, y si hay buen ambiente los éxitos salen. Hay que llevarlos paso a paso, sin prisas, no querer sacar resultados cuando aún están en edad escolar”.
Ante la pregunta de una posible unión de clubes de la provincia de cara a un proyecto más sólido y ambicioso Guillermo se muestra contundente en su respuesta: “He intentado unir a clubes de Huesca e incluso de Aragón pero siempre me he topado con los intereses de los propios clubes. El querer erigirse como protagonistas unido a la falta de patrocinios lo han hecho imposible”.
Élite y sub 23, el último escalón
La categoría reina en cuanto a formación se refiere. Por encima ya sólo están los profesionales. En élite y sub 23 la competencia es feroz, el nivel altísimo y la exigencia máxima. De ello es tremendamente consciente Adrián Barceló, manager general del equipo Latova Negocios-Asesoría Almudevar, única escuadra aragonesa en la categoría y que está ligada a la Escuela Ciclista de Zaragoza. Tras finalizar la segunda temporada del equipo aragonés el balance de Adrián es positivo: “Hemos participado en el mejor calendario a nivel nacional terminando 18º en el ranking de la RFEC”. Sin duda un buen resultado para un equipo de reciente creación y con un presupuesto limitado, pero que tiene claro cual es su presente y su futuro más inmediato: “Falta para estar con los 4 u 8 primeros pero es que al final es todo una cuestión de presupuesto”. Y eso llega de los patrocinadores, “a nosotros nos gustaría tener más sponsors para conformar un equipo mejor pero por otro lado también tenemos claro que queremos ser el equipo de Aragón y tener ciclistas aragoneses que quieran competir en las mejores pruebas”, comenta Adrián. Sirva como dato que de cara a la próxima temporada 12 de los 15 ciclistas del equipo serán aragoneses, con una amplia representación oscense, tanto en ciclistas como en técnicos.
Ya para terminar, y aprovechando su profundo conocimiento del ciclismo altoaragonés (Adrián es hermano de Fernando Barceló), no podemos terminar sin hacer una referencia a la trayectoria de Arcas, Barceló, Castrillo y Samitier. Que hayan salido cuatro profesionales en un periodo de tiempo tan corto es, para Adrián, “casi una alineación de astros”. Realmente en Aragón el apoyo a estas categorías es mínimo y no se ha hecho nada especial, sobre todo en sus últimos años de formación, para que estos cuatro chicos hayan llegado hasta donde han llegado. Simplemente “han coincidido en el tiempo cuatro talentos”.
Tocará disfrutarlos a la espera de que nuestra cantera, con el impagable trabajo de gente como Miguel, Guillermo, Adrián y otros más, saque nuevos talentos que el día de mañana nos representen por las carreteras del continente. A cambio ellos sólo piden una cosa, apoyo. Lo merecen.