La plataforma ‘Ponle Freno’ centra su primera gran campaña de 2017 en los efectos de los medicamentos en la conducción, y hace referencia a lo poco informados que estamos los españoles a los problemas que pueden dar los medicamentos al volante.
Vamos a aprovechar que se abre un periodo vacacional, para explicar algunos de estos efectos y los cuidados que debemos tener.
Según se desprende de un informe del Centro de Estudios Ponle Freno-AXA, realizado por TNS que se publicará próximamente, los españoles no consideramos peligroso conducir tras haber tomado medicamentos. El 25% de los fármacos puede alterar la capacidad de los conductores y el 5% de los accidentes de tráfico en España están relacionados con los medicamentos. Además, cerca del 30% de los conductores está en tratamiento con algún fármaco y, de acuerdo a los últimos datos que se disponen del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), en 2015 más del 26% de los fallecidos en accidentes de tráfico había consumido psicofármacos previamente. Un año antes, ese porcentaje representaba menos del 11%.
Hay que tener en cuenta, no solo el medicamento que estamos tomando , si no también el momento en el que nos encontramos del mismo, es mas imprevisible para nosotros si estamos empezando a tomarlo o si nos ha modificado el médico la dosis, o bien si nos lo ha asociado a otro fármaco, por posibles interacciones, y mas cuidado aun si se consume alcohol, si hay cansancio por ser un viaje largo o si el conductor es mayor.
Dentro de los medicamento que pueden producir alteraciones en la conducción, también están las “inofensivas”hierbas” los productos de herbolario puedes ser igual de potentes que un medicamento, de farmacia.
Entre los medicamentos que pueden disminuir la capacidad para conducir cabe destacar los que se utilizan para tratar los trastornos de sueño, la ansiedad, las psicosís, la depresión, la epilepsia, el Parkinson, dolores de cualquier localización, las migrañas, la demencia, las alergias, que ahora están en su momento álgido, catarros y gripes, y las afecciones oculares.
Hay que aclarar, que la relación medicamentos-conducción no es siempre negativa, puesto que el medicamento en cuestión, puede controlar la patología y mejorar la aptitud ante la conducción.
No olvidemos que algunos pacientes se automedican y no conocen los riesgos que pueden suponer todos esos medicamentos a la hora de conducir.
Vamos a desglosar en cada uno de ellos, someramente, los efectos secundarios.
- Los indicados para trastornos del sueño: disminución de la atención, menor capacidad de reacción, somnolencia.
- Ansiolíticos: somnolencia, disminución de la atención, menor capacidad de reacción.
- Antidepresivos: nerviosismo, alteración de la coordinación, visión borrosa, somnolencia.
- Antigripales y Anticatarrales: somnolencia.
- Analgésicos: somnolencia, disminución de la concentración, menos capacidad de reacción, mareos.
- Antihistaminicos: menor capacidad de reacción, somnolencia, visión borrosa en el caso de colirios.
- Antimigrañosos: somnolencia, mareos, debilidad.
- Afecciones oculares: visión borrosa en el caso de colirios.
- Antipsicóticos: somnolencia, mareos, agitación, cansancio.
- Antiepilepticos: somnolencia, mareos, visión borrosa, fatiga.
- Antiparkinsonianos: somnolencia, episodios repentinos de sueño, espasmos, visión borrosa, confusion.
- Antidiabéticos: hipoglucemia.
- Antibióticos: Hasta un 10% de los pacientes tratados con ciprofloxacino pueden presentar dolor de cabeza y nerviosismo. Por otro lado las tetraciclinas (minociclina…) presentan riesgo de producir mareo y dolor de cabeza.
- Antitusivos: En este grupo encontramos fármacos como la codeína (incluida en el grupo de los analgésicos opiáceos) que puede producir somnolencia, vértigo e incluso excitación y confusión mental.
NO SE RECOMIENDA LA ADMINISTRACIÓN CONJUNTA DE ALCOHOL Y FÁRMACOS. ESTA MEZCLA PUEDE POTENCIAR LOS EFECTOS ADVERSOS DE LOS FÁRMACOS. EN CUALQUIER CASO CONDUCIR BAJO LOS EFECTOS DEL ALCOHOL Y OTRAS DROGAS DE ABUSO YA REPRESENTA UN GRAN RIESGO PARA LA CONDUCCIÓN.
Los medicamentos que pueden afectar llevan en su caja este pictograma, para que al menos leamos el prospecto o bien le preguntemos al médico.
Debemos de tener, igualmente, precaución con las plantas. Las plantas se han utilizado, y utilizan, con fines medicinales desde hace mucho tiempo. De hecho, algunos de los medicamentos actuales son el extracto purificado (principios activos) de esas plantas medicinales, o productos sintéticos derivados de ellas. El uso de plantas medicinales es muy frecuente con un uso creciente en los países desarrollados. Está disponible un gran número de preparados con plantas medicinales para su uso en situaciones muy diversas, en general para el control temporal de molestias o trastornos leves y pasajeros.
Les hace más conflictivas el hecho de que no necesitan ningún tipo de prescripción facultativa y que pueden no ser compradas necesariamente en farmacias. Ejemplos de estas plantas que causan alteraciones sobre la conducción son la valeriana, lúpulo, melisa y pasiflora, que pueden producir somnolencia y otras sustancias como la melatonina, cuyos efectos secundarios pueden ser: somnolencia durante el día, sentirse deprimido, irritable, dolor de estómago, dolor de cabeza, mareos.
En cualquier caso, se ha de evaluar el binomio riesgo-beneficio, e INFORMAR detalladamente al paciente.
Buen articulo doctora Sanz