El próximo sábado día 10 de junio tendrá lugar la clásica Marcha Cicloturista Huesca – Tarbes, que llega a su 14ª edición.
Esta marcha data del año 2002, cuando los Patronatos Municipal es de Deportes de Huesca y Tarbes decidieron afianzar el hermanamiento entre ambas ciudades con la celebración de este evento deportivo, en el que los ciclistas debían recorren los 197 kilómetros que las separan sobre sus bicicletas, alternando cada año el sentido de la marcha.
En 2003, la prueba dejó de realizarse al precisar ambos patronatos la implicación de clubes ciclistas para las labores de organización. Fue en 2005, cuando dos socios del Club Ciclista Oscense, y participantes de la marcha, Manolo Lacarte y Sebastián Oliván se hicieron eco de estos problemas y se involucraron al 100% en la organización de cara a la edición de 2006. Desde entonces se reactivó la estrecha colaboración entre el Patronato de Huesca y el de Tarbes y se procedió a la búsqueda de colaboradores que se quisieran apoyar dicho evento. Gracias a ellos el evento deportivo es una realidad ininterrumpida desde entonces.
La “Huesca – Tarbes” es una marcha abierta exclusivamente a 50 ciclistas –25 españoles y 25 franceses- que cuenta con una gran infraestructura. Dispone de un autobús, una ambulancia en territorio español y varios coches de apoyo que acompañan a los ciclistas durante toda la jornada. Además, se trata de una de las pocas marchas cicloturistas que cumple con su significado, ya que los corredores realizan la marcha unidos a una velocidad constante, disfrutando de la belleza del Pirineo y reafirmando la amistad con los homónimos franceses. Cada 40 kilómetros se realiza una parada como avituallamiento.
El momento álgido de la prueba tiene lugar en la cima del Portalet, frontera entre España y Francia y punto más alto de la prueba, donde tanto los participantes de la marcha como organizadores y acompañantes realizan una comida-picnic de hermanamiento.