El Real Zaragoza ha encontrado la llave que le abra la puerta para el ascenso. Tras más de media competición superada, el equipo de Víctor Fernández se ha convertido en un equipo sólido, seguro y capaz de mantener su portería a cero con relativa facilidad. De esta forma, el Real Zaragoza lidera la clasificación de equipos menos goleados, con 25 goles encajados en 26 jornadas. El crecimiento defensivo que ha experimentado el equipo, así como las brillantes actuaciones individuales de Cristian Álvarez han provocado que el Real Zaragoza tan sólo acumule una derrota en diez partidos. Y es que una cosa está clara: si no encajas, es imposible que pierdas.
Durante las últimas diez jornadas, el equipo maño ha conseguido mantener su portería a cero hasta en seis ocasiones. Un dato revelador, que coincide con la vuelta de Vigaray y Cristian Álvarez tras sus respectivas lesiones. Un dato que no puede entenderse sin el buen hacer de Nieto en el carril izquierdo. Y que sería inconcebible sin el buen nivel que todos los centrales —incluido el recién llegado El Yamiq— están dando, fruto de la sana competitividad que se ha generado. El Real Zaragoza lidera en solitario y con un amplio margen el ranking de partidos sin encajar un solo gol. Hasta en 12 ocasiones en 26 partidos. Es decir, el conjunto aragonés consigue no encajar en casi la mitad de sus partidos.
Cristian Álvarez, un portero para la historia
Sin lugar a dudas, gran parte del mérito lo acapara Cristian Álvarez. El argentino ya ha demostrado en demasiadas ocasiones que la Segunda División se le queda pequeña y que está haciendo méritos para coronarse como el mejor portero de la historia del Real Zaragoza. Si bien es cierto que la mejora defensiva del Real Zaragoza ha sido notable, el conjunto maño sigue concediendo muchas oportunidades de disparo a sus rivales. En las últimas jornadas, el Real Zaragoza ha concedido una media de 13 disparos por partido, siendo 4,5 de ellos entre los tres palos. Es decir, el equipo zaragozano ha recibido en los últimos cinco partidos un total de 65 disparos, habiendo encajado un solo gol.
La parada a Higino con la cara, o los reflejos ante el disparo a bocajarro de Edu Ramos en el Ramón de Carranza han sido algunas de las paradas antológicas que el rosarino ha dejado para lo postre y que, una vez acabe la temporada, serán recordadas por los puntos que valieron. Porque normalmente los focos siguen a los delanteros, a los que marcan los goles. Sin embargo, en el Real Zaragoza, los focos y los flashes llevan tiempo repartiéndose entre las dos áreas. Entre los delanteros. Y entre Cristian Álvarez.