Fran Gámez, Alejandro Francés, Jair Amador y Pep Chavarría. Los cuatro han formado la línea defensiva del Real Zaragoza más repetida durante la pasada temporada. Cuatro nombres que cualquier aficionado podría recitar a la perfección.
La zaga es la zona del campo mejor cubierta del equipo blanquillo. Cuando han estado disponibles, Juan Ignacio Martínez no ha dudado en alinearlos. Y es una buena noticia. Si por algo se ha caracterizado el equipo del alicantino es por ser muy sólido defensivamente. Y eso en Segunda División suele ser sinónimo de éxito. Claro, si los delanteros no son un cero a la izquierda como ha ocurrido estos dos últimos años, con la excepción del recién renovado Iván Azón.
Francés y Jair, indiscutibles en la defensa del Zaragoza
Como pareja de centrales, Alejandro Francés y Jair Amador han sido indiscutibles para Juan Ignacio Martínez. Ambos se complementan a la perfección, el primero con su velocidad, anticipación y salida de balón y el segundo con su buen juego aéreo. Eso sí, el improbable fichaje de un central contrastado pondría en entredicho la titularidad de Jair, que pese a ser de lo mejor de la categoría en duelos aéreos, también ha cometido errores de bulto con el balón en los pies.
El más destacado, sin ninguna duda, ha sido Alejandro Francés. La nueva propiedad va a hacer un esfuerzo para retenerlo y firmar su renovación. El canterano ha disputado 33 encuentros. Solo ha sido baja en 9 ocasiones, la mayoría por ir convocado con la Selección Española sub-21. Es el central del presente y del futuro.
Jair Amador ha sido el futbolista que más partidos ha disputado esta temporada. El caboverdiano ha sumado 39 encuentros de liga este año, siendo el futbolista que más minutos ha jugado esta temporada, con un total de 3504.
En la sombra han estado Lluís López y Enrique Clemente. El catalán ha tenido minutos en 30 encuentros, siendo la primera opción cuando los dos titulares no han estado disponibles, o incluso cuando Fran Gámez ha sido baja ha tenido la oportunidad desplazando a Francés al lateral. Una decisión muy discutida por la afición, ya que Ángel López ha merecido estrenarse como titular en liga. El canterano, hasta su cesión a la Real Sociedad en el mercado invernal, apenas disputó dos encuentros, uno de ellos como carrilero izquierdo en Miranda de Ebro, un experimento fallido por parte de JIM. Relegado al puesto de cuarto central, su polivalencia para jugar en distintas posiciones como en el lateral izquierdo puede ser la clave para permanecer en la plantilla, algo complicado pero que no se descarta a día de hoy.
Dos aviones en los costados
Con los laterales tampoco ha habido dudas. En el lateral derecho, Fran Gámez ha demostrado desde el primer día que es un futbolista muy regular, comprometido y más que apto para la categoría. El valenciano ha terminado la campaña con 7 asistencias en 37 partidos. En el izquierdo, Pep Chavarría ha crecido notablemente durante el año mejorando las prestaciones que ofreció en su primera temporada, disputando 36 encuentros. Esto ha llevado al ostracismo a Carlos Nieto primero, y a Dani Lasure después, que desde su recuperación únicamente ha participado en dos encuentros, ambos como suplente. Uno de ellos, al menos, apunta a salir del Real Zaragoza.
Un fichaje como máximo en la defensa del Zaragoza
Alejandro Francés, Jair Amador y Lluís López cuentan para Carcedo. Sin embargo, es probable que Enrique Clemente vuelva a salir cedido para seguir creciendo en otro equipo de Segunda. Por este motivo, el club tiene en su agenda a varios jugadores del mercado nacional como Diego Alende, propiedad del Real Valladolid; o Germán Sánchez, libre tras terminar su contrato con el Granada. Pero ahora mismo, el mejor colocado para reforzar la zaga blanquilla es Jairo Quinteros, tal y como informa El Periódico de Aragón. El central boliviano de 21 años ha estado cedido en el Bolívar, pero pertenece al Inter de Miami, club del que es propietario el presidente del Real Zaragoza Jorge Más.
Con la defensa más que cubierta a expensas de algún retoque, los refuerzos diferenciales han de producirse en la zona de ataque. Ahí es donde Raúl Sanllehí tiene que hacer un esfuerzo exprimiendo al máximo todos los recursos económicos para dar el salto de calidad que necesita la plantilla ofensivamente.