ZARAGOZA | En busca de resurgir de las cenizas, el Real Zaragoza enfrenta al Albacete con la obligación de ganar por dos razones claras. La maldición de La Romareda ya resulta insostenible; no hay espacio para excusas. Además, la distancia con los puestos de ascenso se amplía cada vez más, una situación que preocupa a los maños ya que, actualmente, se encuentra fuera de los play-offs.
Con el estadio lleno y las mini banderas ondeando, la niebla se sumó al ambiente de un partido que prometía espectáculo. Toni Moya regresaba a la titularidad junto a Keidi Bare, quien afrontaba el desafío bajo la atenta mirada de la afición, tras las recientes críticas a su desempeño. Desde el inicio y para variar, el equipo visitante mostró más intensidad en el campo, imponiendo una presión alta que evidenció las dificultades de los locales para salir jugando con el balón. La estrategia visitante surtió efecto: el Real Zaragoza perdía el balón de manera constante, tanto en pases cortos como en envíos largos, una situación agravada quizá por la densa niebla que cubría el campo.
Higinio estuvo a punto de abrir el marcador con un disparo al palo izquierdo tras un excelente centro de Agus Medina. Poco después, Poussin evitó un gol tras un potente remate de volea de Juanma García, cuyo rechace volvió a caer en los pies de Higinio, pero el larguero frustró nuevamente al delantero. Durante el primer cuarto de hora, el Albacete dominó y generó varias ocasiones. Aunque el equipo de Víctor Fernández también dispuso de algunas oportunidades, estas fueron menos frecuentes y menos peligrosas.
Entre la densa niebla que complicaba la visión, destacó un potente disparo desde fuera del área de Aketxe que estuvo cerca de colarse en la portería. Bazdar, prácticamente invisible entre la bruma, aparecía sorpresivamente en segunda línea para rematar las jugadas y mantener la presión sobre la defensa zaragocista. El Real Zaragoza empezó a gustarse en el campo, moviendo el balón con fluidez y mostrando solidez tanto en defensa como en ataque. Sin embargo, el momento de lucidez del equipo se vio truncado en el 38′, cuando Bazdar sufrió una lesión muscular que lo obligó a abandonar el terreno de juego, reemplazado por Adrián Liso.
Segunda parte
Sin modificaciones en ninguno de los equipos, arrancaron los últimos 45 minutos de juego. El partido se convirtió en un constante intercambio de transiciones, con Jon García y Lluís López como protagonistas en la línea defensiva. El Real Zaragoza asumió el protagonismo con una presión alta, liderada por el incansable esfuerzo de Toni Moya y Keidi Bare, quienes se adueñaron del centro del campo. Los maños lograron un dominio claro en esta segunda mitad, pero carecieron de precisión en el último pase, ese toque crucial que permite asegurar los tres puntos.
El larguero volvió a salvar al Real Zaragoza tras un mal despeje de Gaëtan Poussin, carente de fuerza, en lo que fue la única acción peligrosa del Albacete en los primeros 20 minutos de la segunda mitad. Mientras tanto, el partido de Tasende estaba siendo destacable, pero un error suyo dentro del área le dio una inesperada oportunidad al rival. El colegiado señaló un polémico “penaltito” tras el despeje de Tasende, quien, al levantar el brazo para equilibrarse, golpeó en la cara accidentalmente a un jugador del Albacete.
La decisión de conceder una pena máxima por un gesto tan natural resultó cuestionable, pero Alberto Quiles no desaprovechó el regalo. Con frialdad, transformó el penalti en el 76′, adelantando al Albacete en el marcador y dejando a los maños contra las cuerdas. Cuando parecía que nada podía empeorar, la niebla se intensificó y el árbitro comenzó a repartir amonestaciones a los jugadores del Real Zaragoza, dejando al equipo aún más frustrado. Las palabras de Víctor Fernández desde el inicio de la temporada resonaron con fuerza: falta equipo. Sobró voluntad para buscar el gol, pero faltaron ideas claras para superar la sólida defensa del Albacete y convertir esas ganas en algo tangible en el marcador.
Este es ya el cuarto partido consecutivo sin victoria para el Real Zaragoza, un resultado que no solo aleja los puestos de play-off, sino que prolonga otro año más el sueño del ascenso, cada vez más distante.
Ficha técnica
Real Zaragoza: Gaetan Poussin; Dani Tasende, Lluís López (C), Bernardo Vital, Marcos Luna; Keidi Bare (Alberto Marí, 82′), Toni Moya; Ager Aketxe, Francho Serrano, Samed Bazdar (Edu Ares, 65′); Iván Azón.
Albacete Balompié: Raúl Lizoain; Javier Rueda, Jon García, Aguilar, Alcedo; Agus Medina (Rai Marchán, 89′), Riki Rodríguez (C), Pacheco (Villar, 78′); Alberto Quiles (Álvaro Rodriguez, 89′), Higinio Marín (Jon Morcillo, 59′), Juanma García (Carlos Lazo, 78′).
Goles: Alberto Quiles Piosa (76′)
Árbitro: Guzmán Mansilla; Javi Rueda (Amarilla, 46′), Lluís López (Amarilla, 54′), Francho Serrano (Amarilla, 56′), Daniel Tasende (Amarilla, 73′), Marcos Luna (Amarilla, 90′)