Víctor Fernández, el entrenador del Real Zaragoza, se despide de la temporada y quién sabe si del banquillo zaragocista tras la derrota de su equipo ante el Elche por la mínima, 0 a 1. Un resultado en este partido de vuelta de las semifinales del playoff que supone no cumplir el objetivo de esta temporada y que no era otro que ascender a Primera para garantizar la viabilidad económica y deportiva del club.
“Hemos sido muy superiores al rival en ambos partidos, pero en 180 minutos hemos sido incapaces de meter gol. Hemos tenido 6 o 7 oportunidades muy claras de gol pero ellos en una jugada aislada nos han metido gol”, analizaba Víctor Fernández.
El entrenador zaragocista aseguraba que el vestuario tenia grandes ilusiones pero se han escapado porque no hemos sido paces de ganar el parido. “El vestuario está invadido por la tristeza, el dolor y la frustración. No hemos podido dejar contenta a nuestra afición. Nos han acompañado siempre en este sueño pero no ha tenido el final feliz que esperábamos. Son insoportables tantas desgracia como las que hemos tenido en los últimos meses”, afirma el entrenador.
“Ha sido una cadena insoportable de desgracias”
“Tras el confinamiento hemos hecho las cosas mal, pero ahora que habíamos recuperado la defensa y una buena linea de juego, el fútbol ha sido cruel y nos ha castigado de forma injusta. No hemos podido superar al rival en lo más importante que es meter goles. Es una cadena insoportable de desgracias. No contar con Suárez, Puado y Dwamena ha sido insoportable. No podíamos estar al margen de ese hándicap”, argumentaba Víctor Fernández.
Víctor Fernández y su futuro
“No es el momento de hablar de mi. Bastante tristeza tengo como para hablar de mi mismo. Se han visto las imágenes de los jugadores llorando e el campo, totalmente abatidos. Eso se ha multiplicado en el vestuario. Se han desatado las emociones, con tristeza, desolación y abatimiento”, aseguraba Víctor Fernández cuando era preguntado por su futuro.
El entrenador por primera vez no ha mandado su típico mensaje de esperanza con la premisa de que él nunca se baja del barco. Ahora, el técnico zaragozano deberá decidir qué ocurre con su futuro de cara a la próxima campaña.