HUESCA | Javi Mier se está haciendo un futbolista en Huesca. En Oviedo era simplemente un canterano y no tenía galones para ser importante en el equipo de su tierra. Ziganda le dio la oportunidad de emanciparse bajo su tutela, pero poco después ha tenido que volar solo. El técnico navarro fue un padre para él, pero con su destitución ha tenido que dar un paso adelante e Hidalgo le ha hecho un hueco en su equipo. Ante el Andorra el técnico tendrá que decidirse entre Hashimoto y Sielva como sus compañeros ya que el asturiano parece un fijo.
Mier llegó al Huesca tras casi un año en blanco y sin un rodaje de nivel en pretemporada. Era un reto para el asturiano de 24 años que está asimilando: “Es la primera vez que salgo de casa y al principio me costó porque además físicamente no estaba al cien por cien, venía de una temporada en la que no había cogido continuidad al estar 8 meses sin ella. Ahora estoy cogiendo ese pico de forma que quiero y con continuidad iré a más. Mi mejor versión está por llegar”.
Javi Mier en el Huesca sin Ziganda
El día que se cerró su fichaje, Ziganda estuvo en las oficinas para cerrar todos los flecos. `Cuco´lo quería y Mier quería volver a estar a las órdenes de su padre deportivo. Los resultados no acompañaron y Ziganda tuvo que ser cesado por los malos resultados. En un principio, con la llegada de Hidalgo su presencia parecía que iba a ser testimonial, pero Mier ha convencido al nuevo entrenador. Su aportación en ataque y sobre todo en defensa da mucho físico al equipo y el jugador ha entendido a la perfección lo que le exige el preparador de Granollers: “Me pide unas cosas con las que estoy a gusto y cómodo. Mis compañeros creo también lo ven así y estamos todos en la misma línea”.