El Huesca cayó derrotado frente a la Cultural Leonesa encajando 3 goles originados desde el balón parado, de nuevo punto débil de los de Rubi. Está claro que es una asignatura pendiente de mejorar.
A pesar de la buena imagen del equipo oscense en tierras leonesas, el Huesca dejó aspectos negativos en los que hay que incidir para evitar repeticiones. El balón parado es, por ahora, un arma de doble filo ya que, a pesar de encajar varios goles, los de Rubi son peligrosos en estas lides, ya que de los 5 goles anotados en Liga, 2 han sido a balón parado-. Además, las estadísticas dicen que los 6 últimos goles -tanto a favor como en contra- han llegado desde la estrategia.
Sin ir más lejos, la Cultural Leonesa consiguió anotar un gol de falta y otro de saque de esquina, dejando en evidencia las carencias que tiene el equipo altoaragonés en ese aspecto, con sendos errores en la marca. El otro en contra llegaría desde los 11 metros. Es evidente que es cuestión de tiempo, de que Rubi incida más en ese aspecto para mejorar inexcusablemente.
El Huesca se había caracterizado por ser un equipo que concedía pocos goles, al menos en la temporada pasada y el inicio de la presente. De encajar 2 goles en los cuatro primeros partidos ligueros, ha pasado a conceder 3 tantos en tan solo un choque. Otra de las estadísticas que más llaman la atención es que de los 5 goles en contra sufridos por el conjunto oscense en lo que va de campaña, 4 de ellos han sido tras un balón parado: 2 saques de esquina, un lanzamiento de falta cabeceado y un penalti materializado.
El futuro dirá si dicho aspecto mejora y si Rubi tendrá la capacidad de trabajar y conseguir que las estadísticas se vuelvan a su favor. La próxima oportunidad, en El Alcoraz, la semana que viene, frente al Real Valladolid.