ZARAGOZA | El 27 de julio de 2023 y con el equipo inmerso en la pretemporada en Pinatar, el Real Zaragoza hizo oficial la llegada del portero francés Gaëtan Poussin. Con él, Juan Carlos Cordero lograba el objetivo que él mismo se había puesto de tener en plantilla a tres guardametas competitivos para el primer equipo. Poussin aceptaba el reto y se postulaba como el claro sucesor al hueco en la portería que más tarde o más temprano dejará Cristian Álvarez. Diestro y de 1,86 metros, el francés estaba ante una de sus mayores oportunidades en su carrera profesional pero el destino -más cruel que caprichoso- no quiso que fuera así.
Todos los errores que cometió fueron duramente pagados, sobre todo en perjuicio del equipo porque todos costaron puntos. Desde aquellas dos indecisiones frente al Alcorcón hasta el regalo contra el Atzeneta. Sin olvidar el dichoso balón que lanzó al césped del Molinón y del que los zaragocistas siguen teniendo pesadillas recordándolo. Un hombre al que un mal fario parece haberse apoderado de él cada vez que se enfunda la elástica del Real Zaragoza.
Un Dani Rebollo poco mejor
Tras el pésimo nivel ofrecido por Poussin, Fran Escribá decidió dar un golpe de efecto y dio entrada a Rebollo en El Plantío frente al Burgos. A partir de ahí, el portero formado en la cantera del Real Betis nunca demostró excesiva seguridad tanto en los balones por alto como con su juego de pies. También dejó bastantes dudas de su fiabilidad bajo los palos y es que los números no engañan: ha encajado diez goles en nueve partidos, lo que refleja una estadística de más de un gol por partido. Números incompatibles para un equipo que se presupone quiere estar en los puestos altos de la clasificación al finalizar la campaña.
Debido a esto, el Real Zaragoza ha tenido que moverse rápido en el mercado invernal y ha hecho oficial la cesión hasta final de temporada de un Edgar Badia que viene para jugar de titular este mismo lunes frente al Eldense. Ahora, con cuatro porteros en la plantilla el sacrificado ha sido Poussin, como ha dejado claro Juan Carlos Cordero en rueda de prensa. “Lo mejor para el club y el jugador es que salga, no por licencias, sino por una situación deportiva y personal del jugador”. Así acaba la negra y cruda etapa del portero francés en Zaragoza. Un tipo al que la suerte jamás le sonrió.