ZARAGOZA | La llegada de Julio Velázquez a la ciudad del Ebro ha supuesto una bocanada de aire fresco para un Real Zaragoza que estaba alicaído y envuelto en una preocupante espiral de malos resultados. Los primeros discursos del salmantino desprendían ilusión, determinación y ganas de trabajar, claves que ha sabido transmitir a la plantilla en tan solo unas semanas. Desde el área técnica, Velázquez está sentando las bases de un equipo cada vez más competitivo, peleón y difícil de batir.
Los cimientos de este renovado Real Zaragoza radican en un esquema totalmente distinto al que se ha visto en La Romareda en los últimos años. Frente al Leganés, el técnico zaragocista alineó 5 defensas con el ánimo de contener las ofensivas pepineras, y el resultado fue plenamente satisfactorio. Seis días después, Velázquez hizo gala del tópico que dice que ‘lo que funciona no se toca’ y repitió esquema y futbolistas ante el Espanyol. En el Stage Front Stadium, el Real Zaragoza miró a los ojos a uno de los ‘cocos’ de la categoría, aunque se quedó con la miel en los labios al no terminar de reflejar en el resultado la superioridad numérica.
El nuevo sistema instaurado por el salmantino se traduce en generar a partir de la solidez defensiva. Mouriño, Jair y Francés protegen a un equipo que ha encontrado en Germán Valera y Fran Gámez dos auténticos puñales por las bandas. Tampoco se entiende el nuevo esquema sin la presencia de una medular formada por Marc Aguado, Toni Moya y Francho Serrano, tres perfiles totalmente diferentes pero complementarios entre sí. Las estadísticas hablan por sí solas, cuando estos tres futbolistas se juntan, el Real Zaragoza no pierde. Sin embargo, donde sí pierde el Real Zaragoza es en ataque. Iván Azón y Sinan Bakis se encuentran en el dique seco, y el rendimiento ofrecido por Sergi Enrich está dejando mucho que desear. Es por eso por lo que Velázquez ha depositado su confianza en Maikel Mesa y en Mollejo.
Varios futbolistas beneficiados con el nuevo esquema
Este nuevo Real Zaragoza no solo se explica con un cambio en el estilo, sino que también lo hace con la recuperación de algunos jugadores que habían perdido protagonismo. Santiago Mouriño y Toni Moya son ejemplos de futbolistas que han dado un paso adelante, y Germán Valera ejemplifica la versatilidad y la velocidad de adaptación a una posición muy diferente.