El Bada Huesca quiere firmar su segunda victoria consecutiva y para ello debe ganar este sábado al Puente Genil. La grada de la localidad andaluza es pura pasión. Siempre es incómodo jugar allí. Muchos decibelios, mucha pasión y mucha presión. Y eso mismo puede ser bueno para el siete de Nolasco. Si el equipo local no endereza el partido puede cargar contra su equipo y eso implica más nervios, más tensión, más problemas de los que sacar provecho. En caso de marcador apretado, el Bada sufrirá contra un rival que siempre ofrece guerra.
Mantiene al exHuesca Álvaro de Hita en la portería y ha cambiado a muchos jugadores para esta temporada. Hasta siete incorporaciones y en un deporte como el balonmano eso siempre es una dificultad. Hay que aprender sistemas, adaptarse al grupo. Esas cosas que necesitan tiempo donde no lo hay.
Un Bada con confianza
La victoria de la pasada jornada contra el Benidorm fue un soplo de confianza para un Bada Huesca que sigue a la espera de recuperar jugadores. Hasta que no esté la plantilla al cien por cien es difícil saber cuál es su verdadero potencial. Para este sábado, sí viaja Joao Pinto y se cambiará. Posiblemente su concurso se limite a los lanzamientos de 7 metros.
Quien está cerca de volver es Gerard Carmona. El extemo catalán no viaja. Se queda en Huesca con el preparador físico Pedro Barrios entrenando. Y Marco Mira volverá a estar con el equipo. Con el cántabro en defensa, la vida del Bada se ve siempre de otra manera. El equipo viaja el mismo sábado en AVE y regresa el domingo.
Respecto al rival, Nolasco alaba el juego de Juan Castro y el exGuadalajara y exLogroño Javier García, “dos jugadores con experiencia, calidad y que son capaces de compenetrarse a la perfección”. El Bada Huesca se enfrentara a un Puente Genil con una defensa que permuta de la 6:0 a la 5:1 y viceversa.
¿La clave para ganar? Jugar como el Bada Huesca sabe y minimizar al máximo las pérdidas ante un rival con extremos muy rápidos.