ZARAGOZA | El Real Zaragoza perdió ante el Castellón (1-2) y acumula tres derrotas consecutivas en La Romareda. El equipo de Víctor Fernández se desangra en su estadio, sin remedio, pisando las huellas de sus errores. Se volvió a jugar al ritmo que marcaba el visitante, herido el Zaragoza en el primer minuto. Respondió el Zaragoza a través de Adrián Liso, que repitió en la causa del gol. Con todo en igualdad, el equipo perdió la pauta, no aprovechó el mano a mano ni algunas oportunidades que parecieron definitivas. El Castellón, paciente en el partido, venenoso en el juego, encontró el carril más débil del Zaragoza. Tiritó Clemente y decidió Israel Suero.
Gaëtan Poussin (6): Sin la red de seguridad de sus compañeros, quedó vencido, desamparado. Le tiraron poco, pero si alguien hizo mucho para evitar los goles fue él.
Marcos Luna (6): Bien en ataque, si sufrió en algún punto en defensa fue más por la superioridad que supo crear el Castellón en los perfiles que por su capacidad para afrontar los duelos. Maduro, solvente en el cara a cara, veloz y luchador.
Bernardo Vital (6): Mejoró su tono de los últimos partidos y volvió al sitio de corrector, capaz de aparecer con las luces de emergencia. Pudo fallar en la marca del primer gol, pero apareció el resto del tiempo.
Lluís López (3’5): Mantiene su declive de los últimos partidos. Estuvo lento en los duelos y no acertó en las coberturas. Tampoco acertó en la salida del juego en el grueso del encuentro.
Enrique Clemente (2): Vive un drama en vivo y en directo. Duda de sí mismo, escarban en su sombra y encuentran una fragilidad dolorosa. El equipo rival le busca y el suyo no le ayuda. El Castellón le arrinconó con Cala y Chirino, hasta convertir su banda en un agujero profundo, evidente. En la segunda mitad, achicaba agua como podía, quizá acalambrado, cuando el Castellón logró ganarle para siempre. A él y al Zaragoza. La Romareda castigó su partido.
Toni Moya (3): Caótico, impreciso, todo lo que aportó Keidi Bare lo restó él. Una vez más, no consiguió gobernar el juego a través de la circulación y tampoco imaginó servicios definitivos en un contexto ideal para los pasadores.
Keidi Bare (8): Recuperó su mejor tono sobre el césped. Ganó duelos, regó el partido de esfuerzo y lideró al equipo desde el ejemplo. Tiene que afinar el cierre de sus jugadas, pero lo compensa todo con una energía emocionante. El nivel que ofreció fue una pequeña victoria dentro de una gran derrota colectiva.
Adrián Liso (8): Víctor le ubicó a pie cambiado y progresó, encontró salidas y su primer gol en La Romareda de la temporada. Mostró su potencia y todos sus recursos en los duelos. Pudo marcar un doblete, pero Gonzalo Crettaz anuló una bonita acción personal. Acabó desfondado, ovacionado por una grada que le mira ya como a un ídolo.
Ager Aketxe (4): Sigue nublado, negado por la suerte y por el fútbol. Necesita un partido para romper con todas sus frustraciones.
Samed Bazdar (5): Incisivo, interpretó bien el marcaje al hombre, pero falló en la ejecución de las jugadas. Tuvo el gol en sus botas, pero prefirió hacerlo bonito que hacerlo bien.
Iván Azón (6): Leyó bien la primera mitad y fue generoso en el juego colectivo. Aglutinó duelos y le dio opciones a sus compañeros. Sigue demasiado pendiente de los choques y una evolución en su carrera será no solo encajar golpes sino también aprender a evitarlos.
Cambios del Real Zaragoza:
Francho Serrano (5): Su entrada al campo no hizo más protagonista del partido a su equipo. Tuvo que esforzarse demasiado en el plano defensivo y no pudo desordenar el partido en ataque. Desde hace algunos encuentros, le cuesta encadenar acciones buenas en los encuentros. Se fue con muchas señales de guerra.
Alberto Marí (2): Su cambio minimizó todas las opciones del Real Zaragoza en el partido. Ni juega ni remata ni se asocia. El estadio empieza a perder con él toda su paciencia.
Pau Sans (5): La grada le espera y él correspondió pronto con un gran regate. En el resto de las acciones, le sobró un punto de precipitación.
Iván Calero (SC): Solo pudo jugar 13 minutos y demostró que, sin Tasende, es un buen recurso para el lateral izquierdo.
Adu Ares (SC): Tuvo muy pocas intervenciones en el juego y de su partido se puede rescatar un buen centro.
Entrenador del Real Zaragoza:
Víctor Fernández (4): Acertó en el plan inicial, en la intención de cambiar los perfiles para el ataque, pero no consigue que su equipo salga entonado a los partidos, con la intención de vencer desde el calentamiento. Hubo reacción y posibilidades de ganar el partido en la primera parte, con un planteamiento valiente, pero casi kamikaze del Castellón. No concretó entonces el Zaragoza y no supo paliar los defectos estructurales en el perfil izquierdo. El equipo empeoró en la segunda mitad, con los cambios y el ajuste del Castellón. Nadie sumó demasiado desde el banquillo y cundió la impresión de que el técnico se equivocó sobre la marcha en muchas de sus decisiones, sin saber, por ejemplo, si Bazdar estaba para más tiempo del que Víctor le dio. Al margen de esa duda, uno tiende a revisar las conclusiones: el Zaragoza sigue encadenando derrotas ante su público y empieza todos los partidos perdiendo. La hemorragia está en casa y ya no vale con una tirita o una gasa.