El Real Zaragoza puso fin a su temporada de forma dramática. Una vez más, el equipo maño fue relegado de los playoffs de ascenso tras sucumbir con un gol en los últimos minutos. Primero Araujo, luego Diamanka, y ayer Nino. No podía ser otro. El delantero de 40 años siempre ha sido un quebradero de cabeza para el Real Zaragoza, y ayer no iba a ser menos. Con su gol a falta de escasos 10 minutos puso la puntilla a una temporada ilusionante, trágica, dramática, prometedora y agónica para el Real Zaragoza. Y es que cualquier adjetivo pueda valer para definir un año con infinitos cambios de guion. Un año en el que la irrupción y la forzosa desaparición de Luis Suárez fue la mejor y la peor noticia para el Real Zaragoza. Era evidente, y así lo han querido los lectores de SPORTARAGON. Luis Suárez ha sido el mejor jugador del Real Zaragoza durante la temorada 2019/20.
La carta de presentación de Luis Suárez con el Real Zaragoza
19 goles y 6 asistencias en 39 partidos, y un derroche físico incalculable con la camiseta del Real Zaragoza. El rendimiento de Luis Suárez no ha dejado indiferente a nadie. Sin embargo, cuando la pasada temporada visitó La Romareda con la camiseta del Nàstic, el delantero colombiano ya dejó claras sus intenciones, realizando un partido de notable alto pese a la fragilidad del equipo catalán, posteriormente descendido a Segunda División B. Aquel día parecieron unirse los caminos de Real Zaragoza y Luis Suárez. Aunque sería unos meses más tarde cuando el deseo de ambos se materializaría.
El 17 de agosto, en el día de su debut, conseguiría levantar la primera de muchas ovaciones. Su gol ante el Tenerife en el primer partido de liga tan solo sería un aperitivo de lo que vendría posteriormente. En los cuatro partidos posteriores en La Romareda, el cafetero conseguiría marcar en tres de ellos, consolidándose como máximo goleador del Real Zaragoza y jugador revelación de la competición. Una actuación que completaría con un gol ante el Alcorcón en Santo Domingo y un doblete en Oviedo.
El nombre de Luis Suárez comenzaba a sonar con fuerza, haciéndose hueco entre los grades de la categoría y amenazando el pichichi a jugadores de la talla de Cristhian Stuani o Darwin Núñez. La Romareda se acostumbraba a conceder ovaciones a un jugador cuyo paso por Zaragoza se presuponía transitorio y que con el paso del tiempo se antojaba como un deseo probable.
La ‘Suárezdependencia’ del Real Zaragoza
La presencia de Luis Suárez suponía una vía de escape para el Real Zaragoza. Sus goles cada vez daban más puntos. Pero la forma en la que se los fabricaba contagiaba sus compañeros. Su ímpetu y su tremenda ambición sumaban más que cualquier arenga que pudiera surgir desde el banquillo. El charco del Numancia, el robo a Noalaskoain, su doblete a base de tesón ante la UD Las Palmas o su aparición entre la niebla contra el Sporting. Las actuaciones de Luis Suárez tardarán en olvidarse entre las gradas del Municipal. No por su belleza. Quizás tampoco por su calidad. Pero sí por su trabajo y por hacer valer eso de “Zaragoza nunca se rinde”.
Primero fue con Dwamena, más tarde con Puado. Ambos supieron que su rol sería secundario, el de asistir y acompañar a un Luis Suárez capaz de tirar del carro y de una caravana si hiciera falta. Tanto ha tirado que su ausencia ha supuesto un daño irreversible e irreparable en el Real Zaragoza. La adulteración de la promoción de ascenso y la incapacidad del equipo maño de contar con su mejor jugador ha provocado su eliminación ante un rival contra el que parece improbable que Luis Suárez no hubiese sido capaz de marcar en varias ocasiones.
Una despedida agridulce
El destino ha querido que el Real Zaragoza y Luis Suárez separasen sus caminos a través de un comunicado. Tras una temporada sensacional, afición y jugador habrían deseado despedirse de la misma forma que lo hicieron en numerosas ocasiones. Con su nombre a todo trapo por la megafonía y con La Romareda en pie, coreando al unísono el nombre de un jugador que ha dejado huella. Las comparaciones son odiosas. Pero si Borja Iglesias se convirtió en ídolo por sus goles y su carisma dentro y fuera del campo, Luis Suárez también se ha hecho hueco entre los ídolos de los jóvenes zaragocistas. Sin el carisma del panda pero con el esfuerzo y el derroche del que pocos jugadores pueden presumir haber tenido durante sus años como zaragocistas.
Sin el ascenso como colofón a un año tremendamente ilusionante, pero con la sensación del trabajo bien hecho y de que con Luis, el Real Zaragoza habría sumado enteros para hacerse con la última plaza de ascenso a Primera División. Así se despiden un club histórico y un jugador con la capacidad de hacer historia donde él desee.