Víctor Fernández quiere ser invisible. Es el deseo del entrenador del Real Zaragoza que opta por quedarse en un segundo plano ante la buena senda adquirida por el equipo desde que comenzó el 2020. Mientras el director deportivo, Lalo Arantegui, renueva con el club por los próximos 4 años, Víctor Fernández se mantiene prudente en cuanto a su futuro. Nada de hablar de su renovación en público. Lo prioritario es el ascenso y todo lo demás queda para el míster zaragocista en la más absoluta discreción.
Arantegui aseguró que no contempla otro escenario que no sea la renovación de Víctor Fernández, pero cuando el técnico fue preguntando por estas palabras se limitó a decir que él quiere “ser invisible”. Las palabras del entrenador pudieron dejar preocupado a más de un aficionado.
Cuando se hizo cargo del equipo la temporada pasada, Víctor Fernández ya anunció que su estancia sería breve y que venía con el único objetivo de salvar al Real Zaragoza de una desaparición segura en caso de descenso la categoría de bronce. Durante el pasado verano decidió continuar, apoyado en la idea del club y la dirección deportiva de configurar un proyecto sólido y ambicioso con una única aspiración: el ascenso a Primera División.
Un proyecto de continuidad para Víctor Fernández
Víctor Fernández se quedó en el Real Zaragoza para hacer un proyecto conjunto. Ese objetivo se ha cumplido parcialmente, no sin algunas discrepancias de por medio. “Ya veremos lo que ocurre a final de temporada”, manifiesta ahora el técnico.
Unas palabras que dejan claro que no siempre se ha actuado de la manera a la que Víctor le hubiera gustado. Por ello, para que el entrenador continúe, independientemente de que el ascenso se produzca o no, habrá que pulir algunos de los términos de ese trabajo en equipo entre cuerpo técnico y dirección deportiva.
De momento, Víctor Fernández asegura que “no hay que distraerse absolutamente con nada”. Es sin duda, la mejor filosofía de trabajo para centrarse en el objetivo con el que todos sueñan. Por su parte, Lalo Arantegui va trabajando en la continuidad del míster mediante el elogio, calificando a Víctor en varias ocasiones como la “leyenda” que es.
Leyenda por haber logrado el mayor título de la historia del club. Leyenda por hacerse cargo del equipo cuando todo conducía a un estrepitoso final camino de la Segunda B. Una leyenda que aún crecerá más si se logra el ascenso a Primera División, coincidiendo además con los 25 años de la Recopa de Europa. Víctor está muy cerca de seguir alargando esa leyenda, pero de momento, él se conforma con ser invisible y desde la sombra, conducir al Real Zaragoza a otro de los logros más luminosos de su historia.