ZARAGOZA | Carlos Nieto ha recuperado su sitio en el lateral, en una batalla en la que todo el mundo le consideró una causa perdida. Nieto se acostumbró a vivir triste, lejos de sí mismo, a un mundo del jugador que fue en su irrupción. Llegó a dudar de todas sus condiciones y darle el balón pareció un problema. Durante casi dos temporadas, bastaba mirar sus gestos sobre el césped para descubrir sus debilidades. Solo, tensionado, vencido en los duelos y vulnerable en el juego.
Nieto representa el valor de los modestos. Nunca habrá grandes lujos en su juego y siempre estará lejos de los mejores centros. Su fútbol es otra cosa: es trabajo y silencio, carrera y pundonor. Beneficiado por la escasa competencia, Escribá entendió que el lateral zaragozano necesitaba confianza y cercanía, una comprensión destinada a reparar su ánimo. Carlos Nieto ha alcanzado meses más tarde una pequeña victoria: ya es el mejor en el carril izquierdo.
Con más rigor que Gabi Fuentes, Nieto ha mejorado en los últimos marcajes. Curiosamente, el lado más frágil de la defensa ha sido el menos señalado en los siete goles encajados en febrero. Temblaron todos los cimientos de esa línea, mientras Nieto se hacía con un lugar en la zaga y le vencía también a las críticas. Sus últimos números lo demuestran: ha jugado 360 minutos en los últimos 4 partidos y ha mejorado sus registros.
La opinión pública siempre ha sido especialmente cruel con el canterano. La afición ha entendido que la solución del club pasa por la cantera y cuida con mimo a los jugadores formados en La Ciudad Deportiva. Pero cada cierto tiempo surgen excepciones a esa norma, futbolistas de la casa maltratados por la crítica. Nieto responde a ese patrón. Para rehacerse ha tenido que silenciar todas aquellas voces que le daban por perdido. Y lo ha hecho desde la discreción, con una ética de trabajo ejemplar, con el valor del que sabe que volverá a equivocarse, pero que cuida su oficio en el día a día. Nieto, feliz en el lugar de los secundarios, ha superado algo que puede dolerle a cualquiera. De momento, ha dejado de ser una broma constante, la burla más fácil.
Solo unos meses después de sufrir los partidos como una tortura, Nieto se ha ganado un lugar en el plan de Escribá. El canterano ha encontrado alas en el punto exacto en el que otros solo veían cenizas.