ZARAGOZA | La salida de Sinan Bakis parece uno de los movimientos más definitivos del mercado. El delantero alemán de origen turco jugará en el Górnik Zabrze el próximo curso, de la Primera División polaca. La patente de la noticia le corresponde a Pablo Carreras, de Radio Marca, que la hizo pública la semana pasada. Desde entonces y hasta la oficialidad de ayer se han ido dando los pasos para cerrar una cesión que parecía interminable.
Bakis fue la gran apuesta del verano pasado, la elección más ambiciosa de Juan Carlos Cordero. Entonces era el delantero más codiciado de la categoría, el nombre de los goles. El curso de los acontecimientos demostró todo lo contrario. Jugó 19 partidos en el Real Zaragoza sin llegar a estrenarse. Una lesión en la rodilla le privó de tener continuidad y le alejó de la plenitud física. Sobre esa dolencia han circulado algunas sospechas: entre ellas que pueda tener un matiz crónico, de complejo pronóstico y difícil curación. Al margen de esa lesión, uno nunca supo donde acababan sus molestias y empezaban sus crisis. Sí que quedó vigente una conclusión: Bakis siguió la estela de otros delanteros malditos en La Romareda. Y fue, seguramente, la mayor de todas las decepciones.
Víctor Fernández hizo todo para recuperarle, pero tardó cinco partidos en verle como una causa perdida. Su futuro quedó marcado en el verano, en una de las negociaciones más complejas para la dirección deportiva. Juan Carlos Cordero llegó a dejarle más libertad a su agencia de representación que a otros casos, consciente también de que su salida estaba más en el mercado internacional que en la Segunda División.
En el centro del verano, el Ankaragücü estuvo cerca de su fichaje, pero no hubo acuerdo entre los clubes en el reparto del salario del futbolista. El Elche pareció otra opción remota, en una posibilidad que estuvo en la cabeza de Eder Sarabia más que en ningún otro lugar. Finalmente, llegó el interés del Górnik Zabrze y se alcanzó uno de los acuerdos más buscados de todo el verano. La oficialidad se demoró durante todo un fin de semana, con el reconocimiento médico como emblema de suspense.
La operación libera para el Real Zaragoza una cantidad cercana a los 600.000 €, en un acuerdo en el que el equipo polaco puede asumir alrededor del 80 % de la ficha del jugador. A la espera de que Sabin Merino y Jair Amador encuentren un destino claro, Juan Carlos Cordero ha hecho efectiva una de las operaciones claves, quizá su mejor jugada del curso: la marcha de Sinan Bakis de La Romareda.
El fútbol son momentos y el de Bakis nunca estuvo en el Real Zaragoza, a pesar de su calidad contrastada en el club andorrano. Toda la suerte en Polonia.