El Real Zaragoza empezó la temporada con cinco mediapuntas en sus filas. Cuatro de ellos catalogados como expertos en la posición y un Jorge Pombo que entraba en las quinielas tras su potente y cambiante pretemporada. Después de tres entrenadores y ocho meses de competición, ninguno se ha afianzado como el líder de esa mediapunta.
El mediapunta del Real Zaragoza se presentaba en agosto como una posición clave. Así lo fue la pasada campaña, cuando Natxo descubrió el rombo y convirtió sus dos vértices en las posiciones que caracterizaban su fútbol. Eguaras abajo y Papu o Buff arriba. No obstante ese proyecto perdió a su arquitecto y con ello la importancia del modelo fue decreciendo.
Idiakez no supo dominar los entresijos de dicho sistema, Lucas Alcaraz negoció con la línea defensiva de tres centrales y Victor Fernández, con un carisma y una autoridad mayor que sus antecesores, acabó demoliendo definitivamente dicho rombo. Sin embargo, aún con el entrenador aragonés la figura del mediapunta sigue existiendo. Aunque no posee la importancia que tuvo, es una posición fundamental en el devenir zaragocista. A pesar de que nadie se ha terminado de consolidar ahí.
Papu, primera opción
Es un tema redundante en la temporada del Real Zaragoza, pero la lesión de Papu ha condicionado todo. El georgiano fue uno de los principales protagonistas de esos sobresalientes primeros meses de 2018, y en esta temporada se pensaba en él como la opción número 1.
Un futbolista que sabe leer la posición y tiene calidad para actuar en una zona en la que es complicado aparecer, sobre todo en la Liga 123. Además posee una capacidad goleadora superior al resto de sus rivales y una verticalidad única en el Real Zaragoza. En una de sus escasas apariciones, ante el Extremadura, demostró que un “Papu sano” sería titular indiscutible en este conjunto. Nadie reúne tanto potencial en la suma de regate y disparo como el georgiano.
Pombo, de más a menos
Sin Papu, Idiakez inició la temporada otorgándole muchos minutos a Pombo como mediapunta. Una zona que no conocía pero en la que cuajó buenas actuaciones en pretemporada. Durante agosto y septiembre vimos seguramente la mejor versión en la carrera del tigre. Con una lectura del juego cada vez más madura y un punto físico superior al de sus rivales.
En sus primeros 5 metros Pombo arrancaba y era imparable. Con la llegada de la pareja Gual-Vázquez, el número 8 del Real Zaragoza adquirió responsabilidades más atrás, pero su temporada ha ido cuesta bajo y sin frenos. Hoy en día se le ve perdido en esa zona. Cada vez más impaciente y desacertado. No está sabiendo ayudar a su equipo desde la mediapunta y ha perdido el ritmo físico que le hacía ser uno de los futbolistas más desequilibrantes de Segunda. Para recuperar su mejor fútbol da la sensación de que Pombo debe volver a la banda izquierda.
La salida de Buff
Oliver Buff es otro nombre que protagonizaba la mediapunta. Lalo confió en darle otra oportunidad a un futbolista que había demostrado tener chispazos de una calidad superior, pero también tener una irregularidad constante. Los pases filtrados de Buff tenían la precisión de una navaja suiza y tenía la ventaja de que el fútbol del Real Zaragoza le venía como anillo al dedo. No obstante su poco nervio e intrascendencia acabó colmando la paciencia de los entrenadores, y terminó saliendo para darle espacio a dos jóvenes con mayor potencial.
Soro y Biel, mejor desde derecha
Las cartas de Pep Biel y Alberto Soro se asemejan a una pareja de sotas. Dos mediapuntas de futuro y condiciones similares, aunque el ejeano parece deslumbrar una proyección de mayor nivel. A su finura en el control, pase, regate en corto y poca potencia física les une su predilección por partir desde la banda derecha. Ambos han visitado tanto la mediapunta como ese costado y han mostrado más regularidad desde el carril diestro.
Allí tienen más comodidad para recibir y su fútbol adquiere mayor facilidad cuando juegan a 180 grados que a 360. Partir desde la banda les protege. Aun así Soro, con los bajones lógicos en un chaval de 20 años, ha sido el futbolista que mejor ha intervenido en esa mediapunta. Y es el que ahora mismo más credenciales presenta para ser el que ocupe dicha demarcación como titular.
La desaparición del rombo puede que haya dificultado la puesta en escena del mediapunta en el Real Zaragoza. La ausencia de jugadores específicos de banda, exceptuando a Diego Aguirre, embotella el fútbol de los aragoneses por dentro. Además el bajo nivel de los laterales con respecto a la pasada temporada influye en esa escasa profundidad que viene protagonizando el equipo de Victor Fernández en las últimas jornadas. Lo que tenía que ser una posición de dominio, ha terminado por ser un problema. El Real Zaragoza no encuentra a su mediapunta, y sin él no es capaz de encontrar su mejor fútbol.