ZARAGOZA | El Real Zaragoza consiguió una victoria trascendental ante el Real Valladolid, uno de los aspirantes al ascenso en esta nueva edición de la Liga Hypermotion. El conjunto aragonés hizo un partido más que completo que le permitió llevarse los tres puntos en una noche con sabor a Primera. En un contexto inmejorable, sobresalieron diversos nombres propios. Uno de ellos fue el de Toni Moya, quien protagonizó un encuentro soberbio.
Desde su llegada procedente del Deportivo Alavés en este mercado veraniego, Toni Moya se ha convertido en una pieza indispensable para Fran Escribá y, ayer, volvió a demostrar por qué. Sin balón, se mostró intenso en las disputas y sacrificado en la presión. Con él, volvió a ser aquel centrocampista diferente, dinámico y creativo que brilló en momentos puntuales en Mendizorroza. De hecho, cada día hay más fútbol entre él y Marc Aguado, ya que se está empezando a entender a las mil maravillas con su socio en la sala de máquinas.
No fue uno de los fichajes más llamativos, pero lo cierto es que Toni Moya ha empezado a un buen nivel la temporada. Su rendimiento, que todavía puede ser más elevado, parece haber empezado a sorprender a una Romareda que llevaba años sin ver un futbolista tan completo como el emeritense. Sin duda, el equilibrio que le aporta al equipo está siendo una de las razones por las que el cuadro blanquillo está empezando a ser un equipo solvente y fiable. Y es que el Real Zaragoza, con Toni Moya, vive mejor.