Había avisado Sergio Jiménez durante su presentación como técnico del Magia Huesca que su equipo iba a necesitar tiempo para poder encajar sus piezas dentro de un engranaje prácticamente nuevo en su totalidad pero transcurrido apenas un mes de competición el Magia Huesca ruge de nuevo con la fuerza que tradicionalmente ha hecho de ellos uno de los equipos más peligrosos de las últimas campañas.
PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB | Sabían en el seno del Peñas Huesca que el poder repetir el éxito de la pasada campaña en la que su equipo tuteó a todo un Melilla Baloncesto en la gran final de los playoffs por el ascenso iba a ser un reto de esos sumamente complicados. Del mismo modo, exigírselo sería una temeridad para un club que ha hecho de la sensatez y la responsabilidad sus mejores aliados en el día a día.
Todo ello gracias al tesón y al incansable trabajo de una junta directiva liderada por Antonio Orús y para la que la final disputada el pasado curso supuso el mejor aliciente a la hora de poder generar nuevos recursos de cara a una temporada 2016/17 en la que la revalorización de sus piezas les ha obligado a reinventarse de nuevoen el plano deportivo.
Pero Huesca es tierra de luchadores y así lo han entendido los nuevos jugadores de un equipo que, tras acoplar sus piezas a los esquemas de su nuevo técnico, mira ya de nuevo con optimismo a una temporada en la que han sumado dos triunfos consecutivos y en la que se ven ya capaces de mirar directamente a los ojos a cualquier equipo. Y para muestra, su triunfo en Lugo en una tarde de sábado en la que Sergio Jiménez demostró el destello y la Magia de un equipo dispuesto a seguir sorprendiendo.
Jorge Lafuente: “Estar en este Magia Huesca es un orgullo”
Y pocos pueden explicar mejor la reconversión vivida durante el verano que el capitán de la nave, un Jorge Lafuente avalado por algo más de 10 temporadas en el club y que ejerce cada verano ya no sólo como la primera renovación sino también como la pieza clave de una entidad en la que introduce uno a uno a sus nuevos fichajes.
Todo ello gracias a su sentimiento por una camiseta y unos colores de los que ejerce cada año como su mejor embajador: “Esto es el Peñas Huesca, un equipo humilde que tiene el gran mérito de poder competir con algunas de las principales ciudades del baloncesto nacional desde una pequeña capital de provincia. Aquí nuestro deporte tiene un gran poso histórico, se disfruta, se saborea y sobre todo se cuida con un cariño que explica el que cada año podamos dar guerra en una competición tan sumamente complicada como la Liga LEB Oro. Ese es nuestro único secreto y la clave para poder entender qué somos y hacia dónde debemos ir”.
Una filosofía que trasmite cada año a los nuevos compañeros de un vestuario a los que guía durante su proceso de adaptación a una ciudad de la que es ya toda una institución: “Para mí es todo un orgullo el poder estar aquí temporada tras temporada porque, cuando te paras a pensarlo, te das cuenta de que pocos jugadores tienen la suerte de poder contar con un lugar en el equipo de su ciudad. El poder estar cada año en la presentación de la camiseta, en la confección del equipo y en la llegada de los nuevos compañeros es el mejor indicativo de que todo vuelve a empezar y de que tenemos la oportunidad de dar forma a un nuevo equipo con el que seguir soñando”.
Así sucedió de nuevo este verano con su renovación como abanderado de un proyecto obligado a reinventarse de nuevo: “Quién nos iba a decir que el año pasado íbamos a firmar una temporada así… Pero ahí estuvimos gracias a un Quim Costa que nos enseñó a creer en que nuestro trabajo y nuestro esfuerzo podía llevarnos realmente lejos. Exigirnos este año lo mismo sería estúpido porque tenemos que ser conscientes de quiénes somos y de donde nos encontramos pero lo que sí que debemos hacer es utilizar el recuerdo de esa temporada como el mejor espejo a la hora de seguir luchando por nuestras metas con la ayuda de Sergio Jiménez”.
Un reto que parece seguir el guion previsto tras los dos triunfos consecutivos logrados por un equipo que comienza a coger altura dentro de su vuelo dentro de una ilusionante campaña: “Sabíamos que el inicio no iba a ser sencillo pero poco a poco van saliendo las cosas. Estamos quemando etapas y el equipo se encuentra cada vez más cómodo sobre la pista. Aún necesitaremos un tiempo para alcanzar nuestro mejor nivel pero creemos que estamos en el buen camino para conseguirlo. Venimos de ganar en una pista muy complicada como la del Cafés Candelas y ahora afrontamos tres partidos muy importantes de cara a nuestro futuro focalizando toda nuestra atención en el más inmediato contra Sáenz-Horeca porque será un buen test para conocer cómo nos encontramos”.
Y, a partir de ahí, el equipo oscense seguirá dando pasos en cu camino para poder ofrecer a su afición el mejor juego posible: “Ese es uno de nuestros objetivos principales, que la gente que venga al Palacio disfrute con nosotros y que con su apoyo podamos ofrecerles el mejor juego posible. Si ambas partes mantenemos esa química intacta podremos seguir soñando con la posibilidad de volver a hacer una buena temporada en la que no tengamos más límites que los que marque nuestro trabajo diario”.