La justicia es uno de los términos universales sobre los que se estructura cualquier sociedad de masas, como en la que vivimos hoy en día. La RAE lo define como “principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde”. Cualquier sociedad crece en torno a varios pilares, entre los que debe estar siempre la justicia como valor fundamental que otorgue igualdad y equidad a quienes la componen. De igual manera, las organizaciones que se crean en el seno de esta colectividad deben regirse por los cánones que están marcados en el día a día. Por eso, LaLiga debe ser justa y consecuente con sus actos. Ni el Real Zaragoza ni ningún otro equipo de LaLiga Smartbank deben seguir sufriendo los atropellos que suceden un día sí y al otro también debido a la gestión de este organismo.
En torno a ese concepto de justicia debe crecer LaLiga. Pero lo que está meridianamente claro es que ni se está siguiendo ni es la intención hacerlo. Una categoría profesional, con jugadores que son conocidos y valorados en su país de origen, debe parar cuando estas naciones reclamen a sus jugadores para sus compromisos internacionales. Más allá del número de internacionales que pueda tener tu equipo, ningún conjunto debe sufrir este agravio comparativo. Sobre todo el que padecen los conjuntos a los que se les arrebata a su mejor jugador solamente porque la Liga de Fútbol Profesional decide que no va a parar. Una institución que se precie y que aprecie lo que tiene, no puede permitirse el lujo de menoscabar la importancia de los jugadores internacionales. Mucho menos si quiere cuidar el talento que genera y si desea seguir generando futbolistas.
Real Zaragoza: cantera a qué precio
El discurso es fácil: si no quieres que tu equipo se debilite cuando llegan los parones internacionales, no fiches internacionales. Dejando de lado la demagogia de este argumento, parte de razón y de lógica puede llegar a tener. Sabiendo que la reclamación y la disputa debe ir en en otro sentido, quizás es momento de que los clubes se planteen dejar de incorporar a jugadores extranjeros que sean habituales con sus selecciones. Pero el debate debe ir más allá. Y la crítica también. Si LaLiga quiere potenciar una Segunda División, debe ser realista y pensar que no hay forma de hacerlo siguiendo su manera de actuación. Cuando todas las segundas divisiones internacionales paran, quizás debes mirarte al ombligo y pensar que algo mal estás haciendo. Seguramente este no sea el camino correcto.
Pero más allá de pensar si incorporar jugadores con proyección en los encuentros internacionales, LaLiga Smartbank siempre ha servido para foguear a los jugadores más jóvenes. Uno de los principales pilares de la categoría, que es el talento joven que emerge por sorpresa, debe ser cuidado en esta división. No es posible que uno de los equipos que más talento crea como el Real Zaragoza pierda a dos de sus mejores jugadores. Sobre todo porque son habituales y simplemente porque a LaLiga no le apetece que el ritmo se detenga.
Francho Serrano y Alejandro Francés no estarán ante la SD Huesca el lunes 11 de octubre. Uno de los partidos con los que sueña cualquier canterano; con La Romareda seguramente -casi- llena, primer derbi con público y esperanza de poder sacar un buen resultado del partido. Lógicamente ellos son los primeros en alegrarse de la convocatoria. Después vamos los aficionados, que sentimos un profundo orgullo de nuestros chavales. Y sobre todo, sabemos que algo se está haciendo bien dentro del club. Pero sería mucho más importante que dos jugadores, que además han pasado otro corte de Fútbol Draft junto a Iván Azón, estuviesen todos los partidos con el Real Zaragoza. Sobre todo porque partidos así hacen futbolistas a los jugadores que acaban de empezar. Y porque el menosprecio que recibe el Real Zaragoza en estas circunstancias es increíble.
La hora de plantarse
Quizás ha llegado la hora de plantarse. No solo el Real Zaragoza, sino todos los clubes que se sientan damnificados por esta problemática que, repito, no solo afecta al club blanquillo. Son muchos los equipos de Segunda División que reciben un desprecio severo por parte de una institución que no está velando por el principio de justicia ni igualdad. Todos los partidos se deberían disputar con los jugadores que se tuvieran disponibles, sin afrontar el dilema de qué futbolistas van a sustituir a aquellos que han marchado con la selección de su país.
Además, es el momento de que el Real Zaragoza muestre la rectitud y seriedad que merece un club con casi 90 años de antigüedad. El cabreo dentro del club fue enorme con la anterior convocatoria internacional y debe serlo ahora, porque sigues perdiendo a dos titulares junto a Yanis. Pero es el momento de que ese cabreo se muestre fuera de las oficinas de Eduardo Ibarra. Christian Lapetra y Luis Carlos Cuartero deben presentarse en la sala de prensa de La Romareda para plantarse y decir que esto no puede seguir así. Que en una categoría que cuenta con profesionales y que está sujeta a las internacionalidades no se puede continuar en los parones.