Tras el bonito día vivido en Madrid, donde el resultado golpeó con una crueldad inmerecida, la afición azulgrana volvió a demostrar que, pese a su modestia y desventaja en masa social respecto a otros clubes, es una afición con mayúsculas de Primera. La SD Huesca tiene un valioso patrimonio con su gente. No tanto en cantidad, pero sí en calidad. Animosa, entregada, agradecida y fiel como la que más. La de Madrid que reina por Europa, aguardó con aire respetuoso e incluso simpático, al desembarco de una familia, la gran familia azulgrana.
“La joya de la corona del Huesca es su gente. Sin ella nada tendría sentido”.
Y es que son muchos los que cuentan aquél pasado glorioso del Peñas y aquella marcha verde que tantas vivencias cosechó. A veces resulta complicado explicar porqué cuando uno vive las cosas en familias pequeñas y humildes, resulta todo mucho más dimensionado, más intenso, más placentero. Porque cuando uno acostumbra a ser consciente de quién es y el esfuerzo que cuestan las cosas, sabe valorar mucho mejor la manera en la que aparecen las oportunidades.
La afición. La verdadera joya de la corona
De bien nacidos es ser agradecidos. Y esta afición azulgrana merece todo el agradecimiento del mundo. Caminar junto a gente que exige tan poco para dar tanto es un bien que escasea y más en un deporte donde se acostumbra a juzgar antes de ver. La joya de la corona del Huesca es su gente. Sin ella nada tendría sentido.
Queridos jugadores de la SD Huesca, como dice la canción ‘Nunca caminarás solo’. Y nunca lo harás y en esto empiezo a ser un hombre de fuerte convicción, porque se ha creado tal vínculo, tal sentimiento de representación y tanto orgullo, que ser de Huesca, del Alto Aragón y de esta SD Huesca, es un ejercicio de rejuvenecimiento constante. Ayer, la afición azulgrana mostró orgullo por la misma capital de España consciente de que muchas de las miradas iban a estar puestas sobre su comportamiento.
Un sentimiento que debemos cuidar
Participando de esa masa social presente en el Bernabéu, engordé varios kilos de orgullo y rejuvenecí varios años de sastisfacción. Costará darnos cuenta de lo privilegiados que somos esta generación. Algún fiel seguidor azulgrana, a buen seguro está asistiendo con lagrimas en sus ojos de tal demostración de sentimiento y amor por unos colores que le identifican desde el cielo. Esas 10 comarcas a buen seguro que sienten orgullo de su gente y de su forma de representar el sentimiento. Los niños que ayer paseaban con orgullo por Madrid son la semilla germinada todo este tiempo. Por ellos y por lo que nunca pudieron vivir esto, debemos cuidar con cariño este brote.
“Si hemos de morir, que sea con las botas puestas”.
Y como el mundo no está hecho para cobardes, el próximo miércoles, en el duelo más trascendental de la temporada, a buen seguro la afición no fallará y sentirá orgullo y agradecimiento por una plantilla que ahora sí, compite ante cualquiera y siempre con la bandera del tesón y nula de abatimiento. Eso sí, si hemos de morir, que sea con las botas puestas.
Sin nada que perder
No se me ocurre un equipo que tenga menos a perder que la SD Huesca en lo que resta de temporada. Por tanto, quitémonos el miedo y démonos el homenaje que nos merecemos, porque nos lo merecemos. Quedan 9 finales para el milagro o la lógica decepción. No perdamos un segundo en malgastarlos. Luego ya habrá tiempo de aprender, de analizar y observar que con un poquito más a lo mejor la temporada hubiera sido de ensueño.
Los errores visibles han sido tales que no tengo la menor duda de que habremos aprendido de ellos. No es más fuerte el que más golpes da, sino el que más veces se levanta. Y en esto, esta SD Huesca tiene el récord del campeonato. A por la siguiente bofetada, eso sí, sin miedo, que más daño hace la indiferencia y de eso, esta afición y este equipo, no tienen ni una pizca guardada.