ZARAGOZA | El Real Zaragoza se mide al Eibar en Ipurúa, un estadio vedado desde 2009. Visita uno de los campos más particulares del fútbol español, que conserva el aroma del fútbol del norte, emparentado al inglés en su esencia y su propuesta. El Eibar ha perdido poder en este curso, con tres bajas que serían un trauma para cualquiera. Al filo del ascenso en las últimas temporadas, este verano perdió a sus tres mejores futbolistas de la anterior: Stoichkov, Aketxe y Mario Soriano. Etxebarria ha reformulado su plan y cree en el talento de su cantera y en apuestas de futuro para su presente. Conserva, eso sí, el poder de su estadio: Ipurúa sigue siendo una fortaleza. El conjunto vasco es el tercer mejor local de la categoría. Quizá por eso el Zaragoza tendrá que deshacer dos maldiciones en su primera final de invierno: vencer más de una década más tarde, precisamente en un lugar en el que casi nadie ha vencido.
Víctor Fernández ha encontrado un dibujo sensato, coherente, que favorece un plan y a sus futbolistas. Quizá su decisión más controvertida ha llegado en la portería, donde ha restaurado su plan del inicio. Joan Femenías, que siempre pareció su portero, le ha ganado el pulso a Gaëtan Poussin sin que mediara ningún fallo del francés. La línea de tres defensas favorece a centrales que no se han sostenido del todo bien en una zaga de dos. El dibujo beneficia el vuelo de los carriles, vestidos como extremos ante Granada y Deportivo. La variante le ha dado más control y protección a sus mediocampistas y un pasillo interior a Ager Aketxe y Adu Ares, con tendencia a orientar sus acciones hacia dentro. Arriba, Iván Azón, parece válido para cualquier sistema, un ataque dentro de todos los ataques.
Un partido para confirmar los progresos
La cita en Ipurúa debe servir para confirmar los progresos del equipo y recuperar el camino de la victoria. No ha ganado en los últimos cinco encuentros y la cifra se amplía a seis si se cuenta la pena máxima de La Copa. La tendencia debe cambiarse en un escenario complejo, en la víspera de un parón invernal que puede marcar los sueños y las distancias. Aketxe vivirá un partido especial y la afición espera que haya llegado la hora de sus goles. Mejor en el juego en las últimas jornadas, debe recuperar su ángel en el estadio que mejor le ha sentado en el fútbol profesional. A su lado, tendrá en Luna, entre algodones durante toda la semana, a su mejor cómplice.
El plan de Etxebarria descansa en dos laterales muy profundos: José Corpas y Cristian Gutiérrez. También en la juventud y el gol de Jorge Pascual, especialmente entonado en las últimas jornadas. En la llegada de Guruzeta y en los intentos de Antonio Puertas o Madariaga. En la media, Peru Nolaskoain y Sergio Álvarez controlan el tráfico, en una defensa joven y renovada en su carril central: con Arambarri o Carrillo como representantes. Etxebarria maneja otras opciones interesantes en su recámara, con Mattheus Pereira o Jon Bautista como sus mejores ejemplos.
Tres finales hasta el parón
Ipurúa será el escenario del ansiado regreso de Mario Soberón, que llegará 11 partidos más tarde. Silencioso, intuitivo y con mejores registros que nadie hasta su lesión, quiere dejar atrás unas molestias y sensaciones que han reducido las opciones de Víctor Fernández. Se espera que en territorio vasco Adu Ares mantenga su progresión y sea el futbolista determinante que el Zaragoza creyó fichar en verano. Quedan dos dudas pendientes en el once: quién acompaña a Marc Aguado en la media o si Víctor opta por repetir con Calero a pie cambiado o elige a Tasende a pie natural.
En la media las opciones se dividen entre el fútbol control de Toni Moya o el juego en movimiento de Francho Serrano. Las cifras favorecen al canterano, que ha superado sus mejor registro en las primeras citas de diciembre. Pero está por ver si Víctor Fernández le tiene fe al primer gran partido de Moya como titular, al que le sientan mejor las luces de las segundas partes.
Llega la primera final de una cadencia breve, intensa, en la que el fútbol dictará sus sentencias. En apenas siete días se llega a la primera gran meta volante, a un parón invernal lleno de preguntas por resolver. Tres finales restan para ese paréntesis y si cada partido tiene su propio relato, nueve puntos pueden ser un mundo.
Posibles alineaciones:
SD Eibar: Magunagoitia; José Corpas, Arambarri, Carrillo, Cristian Gutiérrez; Nolaskoain, Mattheus Pereira, Antonio Puertas, Madariaga, Guruzeta; Jorge Pascual.
Real Zaragoza: Joan Femenías; Marcos Luna, Lluís López, Jair Amador, Bernardo Vital, Dani Tasende; Marc Aguado, Francho Serrano, Ager Aketxe, Adu Ares; Iván Azón.