Las dos últimas temporadas del Real Zaragoza, en las que el equipo blanquillo no ha tenido en ningún momento opciones de luchar por el ascenso, tienen en común una evidente falta de gol que ha lastrado a ambas plantillas. En la temporada que acaba de concluir ha sido el tercer equipo menos goleador de la categoría con 39 tantos, empatado con el Fuenlabrada, uno de los equipos descendidos, y solo superando a Málaga y Alcorcón, colista de la Liga SmartBank. Peores fueron los números de la temporada 2020/2021, en la que el Real Zaragoza anotó 37 dianas, únicamente por delante de Tenerife, Alcorcón, UD Logroñés, Castellón y Albacete, los tres últimos descendidos.
En el verano de 2020, Lalo Arantegui apostó por Toro Fernández y Haris Vuckic para sustituir a Luis Suárez y Javi Puado, dos decisiones que se convertirían en dos de sus mayores fracasos en sus casi 4 temporadas al frente de la dirección deportiva del Real Zaragoza. Tanto el uruguayo como el esloveno se marcharon sin estrenar su casillero goleador, dato escalofriante. Miguel Torrecilla aterrizó en la capital del Ebro con el objetivo de resolver esa falta de gol que había colocado al equipo en la penúltima posición. En su primer mercado de fichajes, su apuesta fue Álex Alegría, un delantero centro rematador que llevaba varios años sin encontrar su sitio. Pese a contar bastante para Juan Ignacio Martínez, el extremeño terminó la temporada con un solo tanto en 15 encuentros.
En su primer mercado estival, sus dos refuerzos para la delantera fueron dos descartes de Primera División procedentes del Cádiz, Álvaro Giménez y Nano Mesa. No era tarea complicada mejorar los números de la temporada anterior, pero ni el ilicitano, con 5 goles, ni el canario, con 2, han tenido la continuidad ni el rendimiento que se esperaba de ellos.
Dicen que a la tercera va la vencida, pero en el caso de Torrecilla no fue así. En su tercera oportunidad para fichar a un delantero goleador, firmó a su fracaso más notorio hasta el momento: Sabin Merino. El delantero vasco, que apenas contaba en el Leganés durante la primera vuelta del campeonato, no ha encontrado portería en 16 partidos como zaragocista. Y, para más inri, le restan tres años de contrato.
Es decir, entre los cuatro delanteros firmados por el actual director deportivo suman 8 goles, cifras irrisorias para un equipo que tiene como único objetivo el ascenso. Esta situación contrasta con la de los seis primeros equipos clasificados, en los que jugadores como Umar Sadiq, Shon Weissman, Stoichkov, Jonathan Viera, Stuani o la dupla Elady Zorrilla-Enric Gallego han sido referentes superando los 10 tantos y en algunos casos incluso la barrera de los 20.
Iván Azón: la única esperanza en el ataque del Real Zaragoza
En definitiva, la irrupción de Iván Azón con 10 goles, 7 de ellos en la última campaña, es el único rayo de luz en la zona de ataque de estas dos temporadas para olvidar. Los números del canterano destacan todavía más teniendo en cuenta que, pese al pésimo rendimiento del resto de atacantes, en muchas ocasiones ha partido como revulsivo.
Durante estos nueve años de periplo por la Segunda División, han pasado por el Real Zaragoza grandes goleadores como Luis Suárez, Borja Iglesias, Ángel Rodríguez o Borja Bastón, delanteros que posteriormente han sido importantes en la élite del fútbol español. Este tipo de jugador no ha existido en las dos últimas campañas, algo que ha privado al Real Zaragoza de luchar por sus verdaderos objetivos.
El Real Zaragoza, con algún retoque, tiene mimbres para ser un equipo competitivo tanto en la zona defensiva como en la medular, pero necesita ese salto de calidad en la parcela ofensiva que le permita luchar por el ansiado ascenso. Solo está garantizada la continuidad de Iván Azón, por lo que Raúl Sanllehí tiene mucho trabajo por delante para confeccionar un ataque de máximas garantías que devuelva la ilusión a la afición zaragocista.