Idiakez dijo adiós al Real Zaragoza siendo fiel a su sistema pero saliendo con todo lo posible para realizar un partido competitivo ante el Tenerife. El míster optó por devolver al centro de la defensa a Álex Muñoz, poner a Delmás en el lateral derecho, dar entrada a Soro y Aguirre y retirar del once a Eguaras. Los cambios fueron muchos pero la inoperancia zaragocista, la misma. El partido ante el Tenerife volvió a demostrar que para recuperar la senda del triunfo no todo es cuestión de táctica, hace falta sobre todo una mayor ambición y compromiso desde el minuto uno de partido.
Una vez más, el Zaragoza salió a verlas venir, a esperar. No se tomó la iniciativa más allá de los 5 primeros minutos y no hubo ni un disparo de peligro durante toda la primera mitad. Acosta se adueñó del centro del campo y dio el balón al Tenerife llegando a acumular hasta 3 ocasiones claras en apenas 10 minutos.
En la segunda parte, el equipo volvió a reaccionar. Se adelantaron las líneas, se comenzó a presionar la salida del balón rival y la posesión fue en aumento. El Zaragoza firmó unos minutos casi de 10 tras su paso por vestuarios. De nuevo, los blanquillos necesitaron verle las orejas al lobo para ser capaces de crear peligro y jugar con casta y ganas.
El bajón llegó poco después, probablemente fruto también de la escasa preparación física que está demostrando el equipo en los últimos partidos. Empezó con fuerza la temporada, seguramente porque el resto de conjunto de la Liga todavía no estaban finos; pero una vez que las fuerzas se han igualado entre unos y otros, el Zaragoza está demostrando que su estado de forma deja mucho que desear. Prueba de ello es que, tras la destitución de Idiakez, se han realizado cambios también en la faceta de la preparación física zaragocista.
Apenas hubo dos disparos zaragocistas con peligro en la segunda mitad, pero Javi Ros anotó desde el punto de penalti. Su abrazo con Idiakez dejaba claro el apoyo de uno de los capitanes zaragocistas al hasta entonces, entrenador blanquillo. Y es que los veteranos del vestuario lo saben: el míster no es el único culpable de esta situación que ha llevado al Zaragoza a sumar 3 puntos de los últimos 18 posibles. Los jugadores sacaron lo mejor de ellos en la segunda mitad del partido para intentar salvar al técnico. Fue demasiado tarde tras un mes y medio sin ganar.
Con el 1 a 0 en el marcador, el Zaragoza no pudo ir a por el partido. El Tenerife pasó minutos metido atrás pero manteniendo un orden matemático en su esquema defensivo que le permitió guardar su portería de los disparos zaragocistas. Los blanquillos no fueron capaces de superar las líneas defensivas del rival. En esta tarea, el canterano Soro, que por fin fue titular, no aprovechó su oportunidad. Estuvo mucho menos explosivo que de costumbre, con muy poca conexión con sus compañeros del centro del campo. La presión de un partido vital pudo pesarle al joven zaragocista. Todo ello le costó el cambio para dar entrada a un Medina que todavía debe demostrar el porqué de su fichaje.
En los minutos finales, se jugó sin picarda y sin veteranía. Se pecó de inocentes. El Zaragoza concedió el balón al Tenerife y lo pagó caro, con un gol en el minuto 95. En el tiempo de descuento, el Zaragoza se dejó de nuevo 3 puntos de oro en el camino. Y en este ocasión, ese empate fue la puntilla para que Idiakez quedara definitivamente cesado del Real Zaragoza. Un gol en contra y un punto sumado que lo cambiaron todo. Ahora se abre un nuevo horizonte.