Tenía pensado escribir esto antes que se jugara el partido ante el Getafe, pero no quiero dejar pasar la ocasión de apuntillar un par de cosas antes de pasar a la idea inicial con la que parte este texto: el domingo me sentí orgulloso del partido del Huesca. Que hay cosas por mejorar, por supuesto. Que la decepción fue grande, también. Pero más allá de eso, que se sepa que yo, al menos, no quiero que el vestuario siga siendo un funeral, como nos dibujó algún futbolista tras acabar el partido. No sé si se llegará a tiempo pues aquí ningún rival espera a nadie, pero este es el camino.
Ahora a lo que iba: esta sección es de opinión, pero en este caso quiero escribir de cosas reales, con la mayor objetividad posible.
Tras el ascenso hubo que elegir equipo técnico. La apuesta fue arriesgada y muchos dudaron, pero también dudaron otros cuando Guardiola tomó las riendas del Barça, Zidane las del Madrid o algo más atrás, Víctor Fernández en el Zaragoza. Gente sin experiencia, con muchísima responsabilidad, y la cosa salió bien. ¿Era arriesgada? Sí. ¿Se conocía ese riesgo y que si la cosa salía mal luego habría que reconducir la situación? Supongo que sí, que se valoraría.
Tras esto, la configuración de la plantilla y los fichajes
Tras no poder al portero de la pasada temporada, se apostó por un futbolista joven con talento y por hacer, como era Remiro. A la vista está que hasta el momento, el equipo no ha sabido sustituir bien al de Cascante. En la zaga se apostó por un lateral zurdo con mucha experiencia, pero que no brilló en exceso en el Deportivo. ¿Cumplió el expediente allí? Sí, pero poco más. Para el centro de la zaga se apostó por un futbolista con experiencia en Primera como Etxeita, un joven con proyección y cositas interesantes como Insua, y una promesa en ciernes como Semedo, con una trayectoria extradeportiva mucho más conocida que la futbolística, más el coraje de Pulido.
En cuanto a su rendimiento, el bilbaíno ha cumplido, al gallego no se le puede medir porque no ha tenido minutos, y al portugués se le presupone mucho más de lo que ha dejado ver sobre el verde. A Pulido ya se le conoce, se sabe qué se le puede pedir y qué no.
Para el lateral diestro, se confió en alguien sin experiencia en Primera, pero contrariamente a la suerte del cuerpo técnico, Miramón ha dado la talla y es de lo más destacable del Huesca en Primera.
Nadie podía prever la lesión de Luisinho, ni que los dos laterales zurdos estuvieran lesionados a la vez, pero desgraciadamente, ha habido que improvisar, y la improvisación, casi siempre suele resultar difícil.
En la medular se apostó por la continuidad y la llegada de Musto, un centrocampista al que hubo que meter en dinámica clandestinamente, y del que dijeron que tendría que ser referente dentro y fuera del campo. A la vista está, que sin resultar un mal refuerzo, no le hemos visto todavía un liderazgo continuado.
Por las bandas en ataque, llegó un turco, el fichaje más caro del Huesca, al que le debieron ver algo, pero que de momento no ha podido demostrar en los minutos que ha tenido.
En ataque, la prioridad era mantener a ‘Cucho’ Hernández y se consiguió. Se trajo a Longo como pareja atacante, delantero que no ha destacado especialmente por su capacidad goleadora, y que de momento, tampoco ha podido demostrarlo con la camiseta del Huesca.
Creo que todo lo expuesto es real y se ajusta a la realidad, sin opiniones que suelen resultar subjetivas.
Sumémosle a todo esto que las piezas que en un principio debían ser fundamentales en el esquema de juego, y que ya lo eran en Segunda, como Cucho, Melero y Gallar, no pasan por su mejor momento, aunque no me cabe duda de su compromiso.
Tras 3 meses de competición, ese es el panorama real del Huesca, y ahora, respetando muy mucho a los que ven negro el panorama, a quienes pretenden “ironizar” con el juego de los futbolistas destruyendo más que construyendo, o con quienes siguen palmeando las espaldas de quienes unas veces con acierto, y otras con errores toman las decisiones del equipo, yo digo:
Que 3 meses más tarde veo al Huesca preparado para competir y pelear. Que la cosa va a ser dura y muy difícil, porque por el momento el Huesca va a remolque de todos y no es fácil remontar en esta categoría, pero sigue quedando mucho terreno por delante y no se deben bajar los brazos.
Queda un mercado invernal donde hay que acudir sí o sí, y remover Roma con Santiago para intentar mejorar el equipo y pelear por el objetivo, sin perder la perspectiva de lo que es el Huesca, pero oíganme, eso de “somos el Huesca” y “somos un equipo pequeño”, ya debe guardarse en un cajón. El Huesca no es un gigante, pero si ha conseguido llegar a lo más alto, debe intentar agarrarse a la mejor Liga del mundo si le es posible. Claro está, sin volverse loco, pero no conformarse con lo que ha conseguido, sino pelear por ser cada día un poquito más grande.