El Real Zaragoza logró en el Anxo Carro ante el Lugo un triunfo más que necesario para reponerse del traspiés sufrido frente al Alcorcón con el que habían regresado a la competición tras el parón sanitario obligado por el coronavirus.
El Zaragoza demostró en tierras gallegas su capacidad para reponerse de los golpes y lo hizo además, a pesar de las bajas y con una convocatoria repleta de gente de la casa que pone de manifiesto la calidad de los futbolistas formados en la Ciudad Deportiva. Las numerosas bajas del equipo no fueron impedimento para que el Real Zaragoza fuera creciendo en Lugo con el paso de los minutos.
El partido comenzó con más sombras que luces, pero los zaragocistas se fueron asentando en el campo y dominando a su rival gracias al buen hacer de Eguaras como timón del equipo y a un Kagawa que, esta vez sí, demostró la calidad que se le presuponía cuando se llevó a cabo su fichaje. Tras dejar los mejores destellos zaragocistas en la primera parte ante el Alcorcón, el japonés terminó de consolidar su buen rendimiento ante el Lugo. Lo hizo además, favoreciéndose del cambio táctico de Víctor que dejó a James en el banquillo para dar entrada a Burgui y situarlo en banda. Esto dio mucho más espacio por dentro a Kagawa para poder desarrollar su juego más vistoso.
Kagawa se encontró mucho más cómodo así y no solo filtró balones, sino que contribuyó a una buena posesión, sin pérdidas, y además vio portería. Así, en el 19 llegó el 0 a 1 zaragocista. A pesar de la ventaja, pudo pasar de todo y es que el Real Zaragoza se siguió mostrando irregular a la hora de encontrar vías para sacar el balón jugado desde la defensa.
El Lugo no se vino atrás e intentó el empate, pero esta vez la defensa no cometió los groseros errores que vimos ante el Alcorcon. Salvo una jugada puntual, El Yamiq estuvo atento al corte; Atienza se mostró contundente, aunque con dudas por alto, y el joven Francés realizó un papel sobresaliente en el lateral derecho. Su rendimiento, más allá del triunfo, fue la otra gran noticia de la noche. El Real Zaragoza ya no tiene nada que temer ante las lesiones de Vigaray y Delmás. Víctor intercambió a los centrales, situando a El Yamiq a la derecha para ayudar a Francés, pero no hizo falta. Habemus lateral.
La sentencia llegó en la segunda mitad
Con cierta intranquilidad fruto de los ataques del Lugo en la recta final de la primera mitad, se llegó al descanso. En la segunda parte, a pesar de algunas dudas iniciales en la defensa de los balones aéreos, el Real Zaragoza remató el partido. Lo hizo primero con un gol de Guti a pase de Eguaras y lo culminó con un tanto de Linares en la recta final del encuentro.
Paradójicamente, el olvidado Linares, al que Víctor tenía relegado a un segundo (o incluso tercer) plano, está siendo el goleador de este regreso del campeonato. Dos tantos en dos partidos y saliendo tan solo, en la recta final de los encuentros. Ayudó también la superioridad numérica. El Lugo se quedó con un jugador menos en el minuto 76 tras la expulsión de El Hacen. Un castigo justo ante la dura entrada realizada sobre Iñigo Eguaras. Malagón hizo el definitivo 1 a 3 marcando a la salida de un córner.
Con ambición, hambre y un buen planteamiento táctico, el Real Zaragoza demostró que puede ser líder de La Liga Smartbank. Cuando los mejores ingredientes se unen, el resultado solo puede ser uno: la receta perfecta. Tres puntos en Lugo que le sirven al Real Zaragoza para ver el ascenso más cerca que nunca.