En una fría tarde de invierno, el 22 de diciembre de 2018, los seguidores del Real Zaragoza acudían a La Romareda a ver su equipo. Una afición con muchos nervios y con la esperanza de ver algún cambio en su equipo. Además, la ilusión en la afición del Real Zaragoza aumentó con el fichaje de Víctor Fernández, de vuelta por tercera vez, al banquillo de La Romareda. El técnico aragonés, desde su presentación, solo tuvo cuatro días para preparar un encuentro vital. Víctor Fernández volvía al 4-4-2 con cinco cambios en el once titular respecto a la derrota en Riazor consiguiendo ganar por 2-1 a un rival director por la salvación, el Extremadura UD.
El Real Zaragoza comenzaba el partido tras pasar una semana con muchos cambios, buscando la solución a la mala racha del equipo en Víctor Fernández. Además, el equipo aragonés no conseguía ganar en casa desde la jornada 1 ante el Rayo Majadahonda y llegaba al choque con la baja sensible de Cristian Álvarez, al lesionarse en el descanso ante el Deportivo de la Coruña. Todo empezaba como siempre, el equipo rival tomaba las comparsas del partido siendo muy superior al Real Zaragoza, teniendo las primeras ocasiones claras. El conjunto maño poco a poco fue despertando, siendo Marc Gual y Jorge Pombo los jugadores más activos en ataque.
El equipo aragonés, a medida que iba pasando el partido, fue cogiendo más confianza hasta hacerse por completo dueño del encuentro. Pudo ser por la combinación, los pases, las ocasiones o incluso la unión del equipo en el verde. En la jornada 19 era el primer partido de la temporada que la afición del Real Zaragoza disfrutaba y se sentía representada por su equipo. Aunque, nada más lejos de la realidad. Cerca del descanso, el conjunto extremeño se adelantaba en el marcador al ganarle la espalda a Alberto Zapater en la banda derecha.
Aún, por debajo en el marcador, el Real Zaragoza no se rindió, sacando el carácter y sentimiento transmitido por Víctor Fernández, pudiendo empatar el partido a un minuto del descanso, siendo el protagonista Alberto Zapater. Una vez el colegiado pitaba el descanso, el Real Zaragoza volvía a vestuarios sin premio, pero entre aplausos de una afición orgullosa de su equipo por el rendimiento y el gran partido de los suyos.
Triunfo del nuevo Real Zaragoza de Víctor Fernández
La segunda parte del encuentro fue el final feliz para el equipo de Víctor Fernández. En el descanso, el técnico aragonés daría las últimas indicaciones a su equipo, añadiendo un punto de motivación. Nada más empezar la segunda mitad, Jorge Pombo se echó el equipo a la espalda siendo el más activo en todas las facetas.
El Extremadura se encerraba y pasó a defender para lograr la victoria, pero quien la sigue, la consigue. Jorge Pombo marcaba el gol del empate, explotando a una Romareda que estuvo en todo momento con el equipo. El canterano celebró con orgullo el gol, sabiendo el valor que tenía para el Real Zaragoza. De nuevo con igualdad en el marcador, los dos equipos no se conformaban con el empate.
Papu se ganó la confianza de Víctor Fernández al volver de una lesión y el georgiano supo aprovechar su oportunidad. Solo diez minutos necesitó el extremo para dejar boquiabierta a la afición con un golazo en el 65′, que a 15 minutos del pitido final, conseguía los tres puntos para el Real Zaragoza. El Extremadura, al verse por debajo en el marcador, subió un nivel más para conseguir puntuar en La Romareda.
Víctor Fernández agotaba los tres cambios para dar frescura al Real Zaragoza y aguantar el resultado para conseguir los tres puntos. A dos minutos del final, el técnico aragonés era expulsado por el colegiado Ocón Arráiz, lo que le impidió celebrar la victoria desde el césped. Este triunfo renacía a un equipo que salía del descenso y empezaba el año con la mentalidad de sacar su máximo nivel.