“Desde que era pequeño, siempre he querido estar en el equipo nacional. Cuando era corredor quería entrar, cuando estuve en el club Cerler-Aneto también y cuando con Félix (Jordán de Urriés) fundamos el Club Esquí Valle de Benasque, también. Me viene un mundo de recuerdos de mi vida deportiva y profesional. Es como una gran medalla olímpica”. No solo son las palabras del entrecomillado sino cómo las dice, pura emotividad. Héctor Júlvez es un esquiador y un profesional de la nieve feliz. Natural de Cerler, para quien hace de la nieve más que un trabajo una pasión, ahora mismo está en una nube tras saber que será el segundo técnico del equipo femenino A de la Rfedi y ski service. Su trabajo le llevará a participar en el calendario de la Copa del Mundo y de la Copa de Europa.
Júlvez recibió la noticia un domingo, vía teléfono y en una comida familiar. En un primer momento no reconoció a Olmo Hernán, director deportivo de la Rfedi. “Creí que era un amigo que me gastaba una broma porque no reconocí el teléfono. Y me dijo que al día siguiente ya le dijera algo. Lo consulté con la familia, con la almohada, con Félix y todos los que me rodean decidí dar el paso. Mi familia me apoya y tiro para adelante”, recuerda entre risas. Reconoce que ahora sí que tiene nervios por lo que mutó de sueño en realidad. “Luego, cuando ya esté en pistas haciendo lo que sé hacer todo los nervios se me pasarán y estaré por la faena”, afirma.
El ski service es lo que siempre ha sido el skiman. Ahora, al haber skiwoman ha tocado cambiar el nombre, que no la función. Es decir, se llama ski service para unificar criterio. Por lo tanto su trabajo es la preparación del material para las corredoras con el fin de que busquen el mejor resultado. Es una labor minuciosa y vital. Una décima de segundo puede arruinar una clasificación y, por lo tanto, muchos días de entrenamiento. “Nuestro trabajo es que la esquiadora solo se preocupe de competir y ganar”, explica. El entendimiento entre la competidora, el cuerpo técnico y el ski service tiene que ser absoluto. Es una sinfonía donde juega un papel decisivo la preparación del esquí: sus cantos, la angulación, filo, el tipo de ceras según los cristales de nieve… “Muchas veces los diez primeros puestos están en un segundo”, apostilla Júlvez.
La irrupción de la nieve en otoño está cambiando un tanto la fisonomía de las montañas para los equipos de esquí, que necesitan de condiciones especiales para entrenar. En los Alpes no se ha podido con tantas borrascas. Y es que aunque se trabaje y se pise, las condiciones de dureza que se necesita para la competición no han sido las adecuadas ya que no se puede entrenar sobre nieve blanda. El equipo nacional arrancó la pretemporada el pasado mes de junio, primero con el físico en Sierra Nevada, luego en Ushuaia (Argentina) y también en Casa España en Saas Fee (Suiza).
Su nuevo cargo le alejará de la dirección técnica del Club Esquí Valle de Benasque (CEVB) ya que hasta finales de abril va a estar fuera de casa casi siempre, aunque apoyará al club en todo lo que pueda. El CEVB, también se ha movido y ha fichado al entrenador húngaro y ex corredor profesional de esqui alpino Bertold Szepesi para la estructura deportiva y programa de competición del club. De 28 años y licenciado en Derecho, en la actualidad Szepsi estudia en Barcelona un Master de Management Deportivo y tiene las titulaciones austriacas y húngaras de esquí alpino. Junto con Josu Larrinaga se incorpora como entrenador del Programa de Competición en las categorías U16 y U14, colaborando así también con las de U12 y U10 y Programa Adultos Competición.