ZARAGOZA | El Real Zaragoza mantiene mil frentes abiertos, en casi todos los capítulos que forman el engranaje de una institución y un club deportivo. El mercado avanza, con algunos golpes estratégicos, hoy con Keidi Baré cada vez más cerca. El esfuerzo económico de la propiedad parece incuestionable, con cifras que se acercan a los 50 millones desde su llegada. Todo ese empeño va enfocado en mejorar la suerte de un equipo que nunca ha estado cerca del ascenso y siempre muy lejos de su historia. Queda pendiente una rama esencial: el aspecto social.
Según ha podido saber este medio a través de La Liga, La Romareda no dispondrá en este curso de grada visitante. Dada la excepcionalidad del año en El Municipal, con el estadio en plenas obras y reformas, el Real Zaragoza tomará esa decisión pensando en el socio, en reducir al máximo algunas limitaciones inevitables para el aficionado. Entre ellas, disponer de las máximas entradas posibles para los abonados y aficionados zaragocistas.
La Liga aprobará esta decisión apoyándose en algunos precedentes, en estadios y clubes que se han visto obligados a tomar medidas similares. Se espera también que los equipos visitantes tengan en consideración la singularidad de esta temporada. Y que la decisión se toma por los inconvenientes provocados por la construcción de un estadio nuevo y no por una voluntad específica del club. De momento, el Real Zaragoza no se ha pronunciado al respecto pero planea una idea general: en una temporada excepcional, se proponen medidas excepcionales. Además, se limitarán al máximo las entradas de cortesía y las destinadas a patrocinadores.
Se espera también que esa comprensión general prime a la hora de otorgar una cantidad normal de entradas para los desplazamientos de la afición zaragocista. En el caso de que no fuera así, una hipótesis puede tener un valor especial: que el Real Zaragoza ponga a disposición de los desplazados las entradas de aficiones unidas para la venta entre todos los abonados y no únicamente para los peñistas.
La noticia ya está escrita. En el curso más especial de La Romareda, el Real Zaragoza no tendrá una grada destinada a la afición visitante.