La Romareda ha hablado. La afición quiere que Víctor Fernández, su mesías, siga al frente del Real Zaragoza la próxima temporada. Poco o nada hay que añadir. Solo escuchar las peticiones del técnico, que pasarán, como no puede ser de otra forma, por contar con un proyecto digno y por formar parte del área deportiva del club. Es decir, nada impide que Víctor siga, porque los principales del Real Zaragoza escucharon alto y claro el mensaje de La Romareda: `Víctor, quédate´, y La Romareda siempre tiene razón. En estos tiempos de fútbol moderno, en los que lamentablemente los aficionados han pasado a un segundo plano, la grada todavía tiene la capacidad de expresar su opinión y participar en la toma de decisiones. Pues bien, el zaragocismo se expresó el viernes, tocó el corazón de su entrenador y removió los cimientos del club, donde ya nadie se plantea el futuro sin Víctor.
Cambio de opinión
En cuanto la permanencia sea matemática, la reunión entre el técnico y los patronos derivará en la continuidad de Víctor Fernández que, tras comprobar en primera persona y a flor de piel el cariño de los suyos, tiene muy clara su predisposición a seguir un año más en el banquillo. Lejos quedan esas respuestas del propio entrenador que ponían fecha de caducidad a su tercera etapa en el Real Zaragoza. En repetidas ocasiones aseguró que él venía exclusivamente a salvar al equipo y que no había ningún lazo ni hipoteca para el club en su regreso. Así era, y así es, pero ¿qué ha cambiado para que ahora sí que quiera continuar? Ha cambiado que a Víctor el banquillo del Real Zaragoza le ha hecho perder el sentido. El paso de los partidos, el sufrimiento de la clasificación, el trabajo en la Ciudad Deportiva, el cariño de la grada… nos han mostrado a un nuevo Víctor, un Víctor menos encorsetado en las ruedas de prensa, con un vocabulario impropio de él, una actitud exageradamente natural en el banquillo, excelso como siempre en sus decisiones y determinante en el desarrollo de los partidos.
Espina quitada
En resumen, al entrenador en mayúsculas que todos conocíamos, pero, sobre todo, al Víctor persona que se ha quitado una espina con esta salvación, y que se ve con fuerzas para realizar un último servicio al Real Zaragoza. Víctor vuelve a ser la solución a un grave problema, hará mejores a todos, en el césped y en los despachos, y la campaña de abonados solo necesitará una foto del técnico y el lema `Se queda´ para que el zaragocismo renueve sus votos una temporada más. No seré yo quien lo diga, pero si quiere quedarse solo puede ser para una cosa…, y esa decisión va a ilusionar a miles y miles de zaragocistas.