El próximo 10 de mayo, Sos del Rey Católico volverá a ser el corazón del ciclismo popular aragonés con la celebración de una nueva edición —y ya van doce— de La Rompepiernas, una cita convertida en referente del cicloturismo nacional. Con una participación cercana a los 800 ciclistas, la prueba ofrecerá cuatro recorridos adaptados a diferentes niveles de preparación física, todos ellos atravesando parajes de gran valor natural y patrimonial de la comarca de las Altas Cinco Villas.
Cuatro recorridos, una misma esencia
La prueba, organizada por la Fundación Caja Rural de Aragón junto al equipo liderado por Héctor Ansó y con el impulso de históricos como Felipe Díaz, volverá a combinar exigencia, belleza y convivencia en un evento que ya es tradición para muchos aficionados.
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🟢 La Rompepiernas Garrillas (47 km): el recorrido más accesible, ideal para quienes se inician o buscan disfrutar del entorno sin gran exigencia física.
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🔵 La Rompepiernas Corta (96 km): un nivel intermedio, con varias ascensiones que permiten saborear el esfuerzo sin afrontar grandes desniveles.
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🟠 La Rompepiernas Media (141 km): para ciclistas con experiencia, incluye varios puertos exigentes y ya demanda una preparación específica.
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🔴 La Rompepiernas Gran Fondo (190 km): el gran desafío. Nueve puertos, 3.048 metros de desnivel acumulado y paso por la Val d’Onsella en un recorrido de alto voltaje ciclista.
Estas cuatro versiones permiten que ciclistas de todos los niveles —desde los más veteranos hasta los que debutan— puedan compartir ruta, ambiente y espíritu deportivo.
Una fiesta sobre ruedas con sabor aragonés
El evento no solo es una prueba deportiva, sino una auténtica fiesta del cicloturismo, con Sos del Rey Católico como epicentro y un recorrido que toca 23 municipios de la comarca. Como destacó Felipe Díaz, “La Rompepiernas es más que una carrera ciclista. Después de la prueba, se comparte, se celebra y se vive el espíritu del deporte en comunidad.”
El trazado, con tráfico cerrado al paso de los ciclistas, cuenta con una estructura organizativa de gran envergadura, en la que participan más de 200 voluntarios, encargados de la seguridad, los avituallamientos y la coordinación de todo el dispositivo.
Presencia femenina y participación diversa
Hasta el momento, ya se han inscrito 734 ciclistas, de los cuales 34 son mujeres, una cifra que los organizadores esperan incrementar con el objetivo de llegar, al menos, al 10% de participación femenina. La organización trabaja en esa dirección, reforzando la visibilidad y el papel de la mujer en pruebas de larga distancia.
Por procedencias, casi la mitad de los participantes llegan desde Zaragoza, mientras que destacan también las inscripciones de Navarra y Guipúzcoa, que superan el centenar de ciclistas cada una, a pesar de coincidir con otras marchas como ‘La Peluso’.
Un reto que crece con cada edición
El equipo organizador ha destacado que, aunque el evento ya está consolidado, cada año se elevan las exigencias logísticas y de seguridad, tanto por normativa como por el volumen de participantes. Sin embargo, el espíritu de la prueba se mantiene intacto: esfuerzo, compañerismo, entorno rural y pasión por el ciclismo.
El objetivo, como siempre, no es solo llegar a meta, sino disfrutar del recorrido, de los pueblos, de los paisajes… y del ambiente que se genera en torno a una cita única en el calendario deportivo aragonés.