El Real Zaragoza se queda a dos puntos del descenso tras caer derrotado en casa ante el Alcorcón por un 0 a 2. Un encuentro que los blanquillos comenzaron perdiendo desde el minuto 4. Guitián fue baja de última hora por una amigdalitis, lo que obligo a Víctor Fernández a dar la titularidad a Verdasca y Álex Muñoz. El esquema suponía volver a la defensa de 4, tras el cambio de sistema realizado en Cádiz.
Verdasca y Álex Muñoz no tardaron en demostrar que están muy lejos de ser la defensa titular que necesita el Real Zaragoza para tener seguridad atrás. Con Guitián y Dorado, los blanquillos habían conseguido cierto equilibrio pero con los dos de baja, el centro de la zaga volvió a hacer aguas. Juan Muñoz hizo con el Alcorcón lo que nunca le vimos con la camiseta zaragocista: en el minuto 3 ya había firmado el 0 a 1.
Cuando el Real Zaragoza apenas se había colocado sobre el terreno de juego, ya debía remar contracorriente. El equipo se dispuso con Álvaro como única referencia arriba. Los blanquillos formaron con un 4-1-4-1 en el que Zapater se adaptó al lateral derecho, con Igbekeme y Biel por delante de Eguaras y con Pombo y Soro en las bandas.
Disparos sin puntería
Hay que reconocer que el equipo no se vino abajo con el gol inicial de los alfareros, pero la finalización de los blanquillos dejó de nuevo mucho que desear. Pocas jugadas terminaban en un disparo entre los tres palos y las que lo hacían, eran desbaratadas por un Dani Jiménez en estado de gracia bajo la portería del Alcorcón.
Pronto llegó un nuevo contratiempo para el Real Zaragoza en forma de lesión. James Igbekeme tuvo que retirarse ante la dura entrada de Boateng, que solo vio la amarilla. Guti le sustituyó. No estuvo tan dinámico el canterano como en otras ocasiones. El Real Zaragoza perdió con James a uno de sus faros para poder combinar de cara a la portería contraria.
El Alcorcón movió banquillo y Cristobal Parralo sacó del campo al alterado Boateng para dar entrada a Toribio. Le salió bien la jugada. Los madrileños se reforzaron y juntaron líneas en defensa. Así, impidieron el paso de los atacantes zaragocista hacia la meta rival.
Cambio de sistema en la segunda parte
Con el 0 a 1 y el equipo sin dar señales de vida, Víctor Fernández optó por el cambio de sistema de cara a la segunda mitad. Soro se quedo en la caseta y Linares entró al terreno de juego para jugar con un 4-2-3-1. Álvaro Vázquez se desplazó a la izquierda de la línea de tres que se situó por detrás de Linares.
A pesar de los cambios, el Real Zaragoza no dio más de sí. Guti y Pombo tuvieron dos disparos que no terminaron en gol durante la segunda mitad. El juego zaragocista se fue apagando con el paso de los minutos. Con el empate como objetivo, el Real Zaragoza se fue desordenando. Eso fue aprovechado por el Alcorcón para encontrar espacios a la contra y firmar el definitivo 0 a 2, de nuevo con Juan Muñoz como goleador.
El roto que el andaluz le hizo a los centrales del Real Zaragoza es el claro ejemplo de la desconcentración defensiva. Una jugada que bien podría servir de ejemplo en cualquier escuela de fútbol para saber que es lo que nunca se debe. Álex Muñoz y Verdasca se quedaron parados, mirando al linier, esperando un fuera de juego inexistente que dio a Muñoz una ventaja vital para batir a Cristian.
A partir de ahí, el Real Zaragoza despareció y no hizo nada más. El Alcorcón por su parte, sí supo hacer lo que los blanquillos nunca llevan a cabo: perder tiempo, manejar con calma el paso de los minutos y ordenarse atrás para mantener el resultado. Con esta derrota, el Real Zaragoza se complica la vida y se une a la mesa de jugadores de la ruleta del descenso. Ahora deberá hacer méritos para no ser el “ganador” de este peligroso juego.