ZARAGOZA | El Real Zaragoza enfila la recta final del mercado con Jair Amador en el centro de la diana. No es una situación excepcional en este punto de la historia: su salida lleva mucho tiempo siendo una posibilidad. Mientras la opción del Levante se difumina con el paso de los días, nuevas vías internacionales y una propuesta del Albacete ganan fuerza en las quinielas. Para el Zaragoza en general y Cordero en particular, su marcha supondría un agravante, una nueva asignatura que añadir a sus exámenes de enero: le obligaría a encontrar un segundo central, además de Comas.
Defensa de profesión, su fútbol lleva tiempo sin ser noticia. Su temporada pasada fue dura a todos los niveles. Hasta en aquello en lo que un día pareció ser el mejor, fue vulnerable, casi transparente en varios de los partidos. Jair siempre se ha expresado a través de la protección del área, de la gestión del juego aéreo y de su poderío a balón parado, en lo que dibuja un perfil especifico en la plantilla, especialista en la mayoría de sus facetas.
Un recurso para Ramírez
La realidad es que su figura lleva tiempo despertando interés, pero el Zaragoza nunca ha estado convencido de dejarle salir. Ni siquiera en verano, donde se habló de manera permanente de su adiós. Él lejos de ser un obstáculo, siempre se ha mostrado claro con el club: le interesa salir, pero entiende que puede ser un recurso para Miguel Ángel Ramírez. El canario cuenta con él y así se lo ha comunicado y por una mera cuestión de cantidad, su marcha no debería producirse.
Mientras Jair espera el último contrato de su carrera, el Zaragoza trabaja en el fichaje de Arnau Comas para esta recta final. Su llegada gana enteros y a medida que se acerca el anuncio del canterano del Fútbol Club Barcelona, se acerca también la despedida del central caboverdiano, el mejor de los nuestros durante muchos meses del pasado.
Lamentable no he visto cosas igual, que poca profesionalidad será algún tertuliano no creo que sea periodista. No te crees ni tú las mentiras que cuentas.