ZARAGOZA | En el inicio de un verano en el que todo puede cambiar, Real Zaragoza afronta una renovación de su cantera. Jorge Rastrojo ha sido el primero en marcharse de un Deportivo Aragón que modificará su rostro la temporada que viene. El caso del extremeño sirve como paradigma.
Rastrojo ha demostrado todas sus virtudes en estas últimas dos temporadas, unas cualidades en vías de extinción. Siempre encarnó a un futbolista de los de antes: regateador puro y veloz, hizo su vida sobre el carril. Allí afrontó un desafío permanente, un duelo a vida a muerte con su marcador. Ganó muchas veces, pero nunca tuvo tiempo en el primer equipo.
La suerte que persigue a Rastrojo puede afectar también a varios de sus compañeros. Algunos integraron una generación ganadora, como Iván Castillo o Javi Hernández como piezas claves. Los dos han liderado al filial en este tiempo: Castillo a través de su despliegue, Hernández con una personalidad arrolladora. Y ambos, a su manera, se han quedado a las puertas. Hernández llegó a debutar en un trámite de final de temporada en Mallorca y Castillo solo completó el cupo en algunas convocatorias.
De producirse, las salidas de Castillo y Hernández serían especialmente dolorosas, pues se suman a otras promesas que no contaron o que todavía no han despejado su futuro. Iván Martínez lideró el mayor triunfo de cantera en División de Honor Juvenil y Copa de Campeones, que dio acceso a la Uefa Youth League. De aquel once que se midió al Olympique de Lyon en La Romareda solo Francés, Francho y Azón han tenido regularidad con el primer equipo. Puche salió en la segunda mitad de aquel partido y sobre él ahora planea la posibilidad de una cesión.
Los precedentes de ese camino no juegan a su favor. Luis Carbonell ha dado un salto de madurez en el Teruel, pero el Zaragoza no se plantea repescarlo. También hay dudas sobre la situación de Ángel López, útil en el Calahorra, pero sin espacio en un cupo de tres laterales derechos en La Romareda.
Alejandro Vela regresa al Deportivo Aragón procedente del Brea, en una situación similar a la que vive Christian Yus tras acabar su cesión en Ejea. Andrés Borge, que debutó en el primer equipo con Víctor Fernández, no ha tenido una oportunidad de sus sucesores. Guillermo Acín acaba contrato en poco más de 20 días y Jaime Sancho, el único que resta en esta pieza de aquel once, ya se despidió del Real Zaragoza camino de Zamora.
El futuro parece escrito en la siguiente generación, con Pau Sans, Chema Aragües, Lucas Terrer, Alejandro Monserrate o Adrián Liso como promesas. Pero en el camino, el Zaragoza le ha negado una ocasión al grueso de un equipo campeón en tiempos de formación. El primer equipo siempre exigió una selección natural, pero da la impresión de que el club no ha sido del todo justo con una quinta dorada. Tampoco con los fichajes que en las últimas temporadas han cambiado la suerte del filial, con Jorge Rastrojo como el mejor de los representantes. Hay quien cree que, al menos, se habían ganado el derecho a equivocarse, que merecían una oportunidad real en el equipo de sus vidas.