Con la de Carlos Akapo son ya 4 las expulsiones sufridas por el cuadro oscense esta temporada y todas ellas han sido funestas para el conjunto aragonés.
Juan Antonio Anquela tuvo un toque de atención con las amonestaciones recibidas por su plantilla y vistos los resultados quizás tenga algo de razón en elevar un queja pública ante un hecho que está costando muy caro al conjunto azulgrana esta temporada. Con la expulsión de Carlos Akapo el pasado sábado son ya 4 las expulsiones sufridas por los hombres de Anquela este curso, aunque siendo sinceros alguna de ellas ha sido tremendamente rigurosa.
La primera expulsión sufrida por los azulgranas esta temporada se produjo en la visita a La Romareda donde Franck Bambock recibió 2 amarillas tan claras como evitables. El jugar con uno menos ocasionó al conjunto azulgrana un desgaste que al final terminó pagando con la derrota por 1-0, que visto lo visto no fue merecida.
La segunda expulsión la sufrió Rajko Brežančić en Vallecas, también por doble amonestación en dos jugadas muy rápidas, donde el serbio pecó de inocente, dejando al equipo con un hombre menos durante muchos minutos y, además, la segunda se produjo dentro del área con el consiguiente penalti y gol en contra. Es decir, si la expulsión ya fue un duro golpe, el gol recibido en la jugada posterior complicó más si cabe el partido, que finalmente y tras una demostración de orgullo el conjunto oscense empató a dos goles.
Las otras dos siguientes tienen el mismo protagonista, Carlos Akapo. La primera se produjo en la visita a Lugo donde el lateral azulgrana, con una amarilla, fue expulsado injustamente tras decretar el colegiado penalti y expulsión. Nuevamente, una expulsión penalizaba de la manera más dura posible, pues en el consiguiente lanzamiento el rival conseguía anotar el gol que a la postre les daría el empate a uno definitivo.
Y, por último, la más reciente y producida el pasado sábado ante la AD Alcorcón que, vista las repeticiones, en la segunda amarilla es evitable el gesto por parte del lateral azulgrana, pero muy riguroso el criterio mostrado por el colegiado en la misma. Lo que está claro y ya van muchas las ocasiones en que la SD Huesca se está cargando de algunas amonestaciones que como bien decía Anquela son muy evitables, con el consiguiente riesgo que tiene para el equipo, el jugar con varios futbolistas con tarjetas amarillas a todas luces prescindibles.
Como también sucedió el sábado, las bajas de dos jugadores para el próximo duelo es un claro ejemplo de la poca atención mostrada en un tema que no debe volver a repetirse. La acumulación de amonestaciones debe ser algo controlado para, así, no sucedan situaciones similares en un futuro.