La SD Huesca está de cumpleaños. 59 primaveras desde que aquel 29 de marzo de 1960 en el Bar Flor de Huesca, encabezados por Patricio Funes –primer presidente de la entidad- se decidió fundar la actual Sociedad Deportiva Huesca. Muchos recuerdos y muchas anécdotas hasta llegar a la altura más alta desde que hace 109 años emergió el fútbol en la ciudad.
Debut y la construcción de la joya de la corona
Tras debutar en Primera Regional en la temporada 1960-61 y conseguir afianzarse en los sucesivos años en la 3ª División, en el año 1972 y con José María Mur como presidente y gran impulsor, se logra construir el gran patrimonio del club: El estadio de El Alcoraz. Aquí jugaría un papel importante Enrique Porta, ya que su venta contribuyó para que ello fuera mucho más fácil. Desde su construcción ha albergado partidos de todo tipo, hasta convertirse en nuestros días en un estadio totalmente remodelado y con capacidad para 7.638 espectadores. La SD Huesca puede presumir de ser uno de los pocos clubes de fútbol que posee un estadio en propiedad. Sí todo tiene el progreso esperado, la temporada que viene podríamos ver su remodelación casi finalizada.
Pasado, presente y futuro
Y es que nadie puede entender a la SD Huesca del presente sin echar la vista al pasado. Los más viejos del lugar todavía recuerdan las galopadas de Borbón, los goles de Palacino, la elegancia de Porta, los bemoles de Mendiara y tantos otros que inmortalizaron en este club, la huella que le guía hoy en día. Como no recordar a los Ausaberri, Camarón,´Galvis’, Ibaibarriaga, Toa, Estallo, Pastor, Chente, Arnedillo, López López, Losfablos y compañía, para terminar en los Camacho, Rodri, Roberto, Robert, Sorribas y tantos otros que con su aportación han escrito las cientos de páginas de su historia.
Hoy los niños sueñan con los Pulido, Ferreiro, Gallego, ‘Chimy’, Rivera, Moi Gómez, Melero o Santamaría. Todos a buen seguro asistirán orgullosos a otro de los grandes proyectos de la corona: La ciudad deportiva. En ella el club azulgrana invertirá en futuro, en educación, en patrimonio y en definitiva, forjará el sustento del club en el futuro. Invertir para luego, pasados los años, recoger.
Petón -Lasaosa, un binomio ganador
Corría el verano de 2006 cuando un grupo nutrido de ex jugadores azulgranas a través de la Asociación de veteranos tomó las riendas del club. Como cabezas visibles del proyecto dos viejos conocidos: Juan Antonio Martín Otín ‘Petón’ y Agustín Lasaosa. Con Armando Borraz en la presidencia, consiguieron dotar al club de estabilidad, profesionalidad y conocimientos futbolísticos. Con el objetivo entre ceja y ceja de situar a la SD Huesca en el mapa futbolístico nacional, se embarcaron en una aventura que ha llevado al club a tocar el cielo. Sin duda, la etapa más gloriosa llevará su sello. Aquel sueño de unos pocos, ha terminado siendo el de muchos.
Roberto marcó el camino
Y es que estos 59 años de historia no pueden entenderse sin ese gol de Roberto. Aquel balón bajado del cielo, controlado y ejecutado con toda la intención, significó el salto al fútbol profesional. Aquel 15 de junio de 2008, empezó a identificar a muchos azulgranas y oscenses. Significó la eclosión de un sentimiento aletargado, ávido de tener un estimulo al cual identificarse. Roberto marcó el camino, Écija siempre tendrá un hueco en el corazón.
Lugo catapultó el sentimiento
Más de medio siglo de historia que tuvo su momento culmen aquel 21 de mayo en Lugo. Un lugar recordado que nunca olvidará toda la familia azulgrana. Aquel fin de semana frenético, que desató el nerviosismo un viernes sin importancia: La SD Huesca dependía de sí misma para tocar el cielo, para desafiar a la lógica e inmortalizar la hazaña un lunes primaveral. En la retina miles de imágenes, miles de recuerdos, una ciudad en la calle y una provincia que, por fin, sentía orgullosa el reconocimiento de una gesta que le unía en lo bueno, pero que forjó un sentimiento que debería florecer en lo malo. Huesca latió unida, confiada, sentida e identificada. El sueño era una realidad.
El tesoro más grande: la afición
Ningún club se entiende sin su afición. Posiblemente Huesca no tenga la afición mas animosa, ni por supuesto la más numerosa, ni la que mejores recibimientos regala, pero su entusiasmo y compromiso está fuera de toda duda. Dentro del gran aprendizaje que está suponiendo el conocimiento del fútbol profesional, la afición está dejando huella allá por donde va. El vuelo más alto de estos casi 60 años, está descubriendo a una afición entregada, cariñosa y respetuosa que vivirá el domingo el desplazamiento más importante de su historia fuera de la comunidad autónoma de Aragón.
Es la gran semilla creada que, poco a poco, está empezando a germinar. Hoy el aficionado oscense se aferra al milagro y si esto no se consigue, que no termine aquí. Como dice la canción: “Dicen que un querer ye de dos no más, y que ye más fázil fer-lo caminar, cuando l’uno caye l’otro ha de bantar”, que así sea.