Parecía que el partido frente al Athletic poseía todos los ingredientes necesarios para lograr una victoria. El recibimiento al equipo –una vez más-, la semana previa y las buenas sensaciones de los últimos tres partidos no fueron suficientes. Tan solo hubo un impedimento que sacó a los azulgranas de sus casillas: Sánchez Martínez. Su criterio fue reprochado por la afición presente durante buena parte del primer acto. El Huesca y El Alcoraz, desquiciados.
A raíz de ello, el equipo de Francisco acabó perdiendo los papeles. Tal es así que, el Huesca recibió 3 tarjetas amarillas (Yangel, Miramón y Enric Gallego) en la primera mitad. Ya en la segunda mitad, más de lo mismo. Una afición y un equipo fuera de sí, que no comprendía las decisiones del árbitro. Los azulgranas acabaron recibiendo dos tarjetas amarillas más (Diéguez y Moi Gómez), 5 en total.
Un Huesca irreconocible tras el gol de penalti de Raúl García. Un equipo desordenado, desdibujado e incapaz de trenzar buenas combinaciones. Aun así, el equipo gozó de buenas ocasiones en la segunda mitad. Ferreiro primero y Enric después, tuvieron la oportunidad de empatar un partido que el Huesca no merecía perder.
Miramón sancionado, pendientes de Akapo
La amarilla mostrada al lateral zaragozano acarrea suspensión. Miramón no estará el viernes frente al Espanyol y será el primer encuentro que se pierde en la presente temporada. Tras disputar las 24 jornadas de Liga, el lateral derecho busca un sustituto. A pesar de ello, el técnico azulgrana afirmó que recurrirán la tarjeta al Comité de Competición.
Ahora todo gira todo en torno de Carlos Akapo, el cual, no ha entrenado en el día de hoy juntos a sus compañeros y peligra su participación en el partido del viernes. De confirmarse ambas ausencias, Francisco tendrá ante sí otro nuevo problema.