Un par de años habían pasado de la entrada del euro en nuestro país. Fernando Alonso aún no había conseguido ningún campeonato de Fórmula 1, y un jovencísimo Rafa Nadal comenzaba a dar sus primeros raquetazos en el tenis profesional. Eran años de bonanza. La palabra crisis no se leía en las portadas de los diarios matutinos. Y la Selección Española… seguía siendo la Selección, sí, pero con un mundial y dos Eurocopas menos. Y sobre todo, con muchos, pero que muchos complejos en cuanto asomaban por la puerta los cuartos de final de cualquier campeonato. 2003; otros tiempos.
El auge del ladrillo daba de comer a media España, y las grúas de construcción monopolizaban los solares de cada ciudad de nuestro país. Ha pasado mucho desde que “La Roja” no pisa nuestra ciudad. Tanto, que muchos de los que mañana la verán en el césped de La Romareda no habían nacido por entonces.
La última visita de la Selección se remonta al 27 de junio de 2003, cuando el equipo dirigido por Iñaki Saez buscaba los tres puntos para encarrilar la clasificación a la Euro 2004. ¿El rival? Grecia, el que se llevaría el trofeo frente a Portugal en uno de los torneos de selecciones más extraños que se recuerdan.
Entonces, España tenía caras muy diferentes a las que vemos hoy en día. Morientes o Raúl lideraban el ataque de los nuestros, y en la zaga, Helguera, Salgado o Marchena defendían una puerta española en la que empezaba a asomar un tal Iker Casillas. A penas conocido hoy en día. Un joven con melena, Puyol, también se empezaba a demostrar maneras en esto de defender. Con el paso de los años, hemos visto que no se le ha dado mal.
El partido terminó con derrota para la roja. Un solitario gol de Giannalopulos dejaba de vacío a Zaragoza. 19 años después, el tanto del ex del Olimpiakos ha sido el último que se ha marcado en un partido oficial de selecciones en el Municipal.
La Romareda se engalana
Una cita especial necesita el mejor atuendo. Y los de Luis Enrique lo encontrarán en forma de una Romareda a rebosar. Las entradas se pusieron a la venta semanas atrás con precios muy variopintos. Unas horas se necesitaron para que el cartel de “no hay billetes” colgara en las taquillas telemáticas de la RFEF. Un tanto obsoletas, por cierto.
Tanto tiempo ha pasado desde el último encuentro, que España va a disputar un partido de Nations League, un trofeo que entonces ni existía.
España se juega el liderato del grupo 2 en el que es primera, un punto por encima de Portugal. Este duelo ibérico por quién se llevaría el primer puesto pasa por la victoria en La Romareda con una selección muy marca de la casa de Luis Enrique. Suiza, el rival de la Selección, busca sus opciones para no bajar de grupo. Última con tres puntos, tratará de aguantar el tipo ante un once que si consigue la victoria podría asegurarse la primera plaza siempre y cuando Portugal no gane su partido frente a la República Checa.
Vuelve “El Panda”
Otro de los alicientes del encuentro es el de la vuelta de Borja Iglesias al estadio que le catapultó a La Liga. Han pasado ya cuatro años desde aquel fatídico partido frente al Numancia en las semifinales del play-off. Su último partido como zaragocista.
Borja cosechó unos números de ensueño para un futbolista que venía de Segunda División B. 23 goles y 6 asistencias en 43 partidos con la blanquilla, le bastaron para que al año siguiente debutase en Primera con la camiseta del Espanyol. Desde entonces, se ha convertido en un pilar del Real Betis, y su gran año goleador hacía esperar que al menos se situase como uno de los elegibles para estos partidos con la Selección.
“Sabía que estaba en la pre-lista, pero no sabía si realmente estaría. Y justo al acabar el entrenamiento el míster se ha acercado a decírmelo y muy contento”, confesó el Panda nada más ser convocado el pasado viernes.
Él será una de las opciones de Luis Enrique para la delantera que comparte con Sarabia, Morata, Marco Asensio, Yeremi Pino, Ferran Torres y Nico Williams, que también podría debutar.
Quién le iba a decir a Borja que como si de un sueño se tratase, volvería a La Romareda con la camiseta de la Selección. Se lo merece.