Una vez confirmada la marcha de Jesús Valentín al Real Zaragoza es inevitable echar la vista atrás y analizar qué ha dejado en su paso por Huesca.
Su llegada este pasado verano fue una pequeña sorpresa que casi nadie esperaba. La poca participación en la temporada pasada no hacía presagiar la vuelta del joven central canario y menos en propiedad, pero la UD Las Palmas no contaba con el jugador y desde la SD Huesca pensaron que podían sacar mayor rendimiento esta temporada al futbolista tinerfeño. Además, su llegada en propiedad era una apuesta de futuro que visto lo visto no ha salido del todo bien, al menos en lo que a lo deportivo respecta.
Jesús iniciaba esta temporada con el reto de convertirse en una alternativa a los centrales titulares, pero la irrupción de un portento llamado Jair, unida a la veteranía de Carlos David, hicieron difícil su presencia en el equipo, y no solo eso, en la recámara esperaba un Iñigo López todavía renqueante de la temporada anterior. Pero el paso de las jornadas unido a los problemas físicos del conjunto azulgrana en la medular dieron una oportunidad al jugador canario en esa demarcación, dejando una sensación agridulce, pues su enorme potencial mengua mucho en la demarcación de mediocentro, donde se le vio perdido.
Los problemas de Carlos David le concedieron la oportunidad donde mejor se desenvuelve, la posición de central, y fue allí donde encontró su sitio, encadenando hasta 5 titularidades consecutivas hasta que un problema muscular en Vallecas lo volvió a dejar fuera del equipo. Para esos encuentros Juan Antonio Anquela ya contaba con Iñigo López, más de su agrado. A pesar de que el central riojano estaba dejando más sombras que luces, el preparador jienense lo utilizó en el último encuentro del año en Lugo en detrimento de un Jesús Valentín ya recuperado. Quizás la decisión de colocar a Iñigo por delante del joven central explica un poco la decisión tomada por el club azulgrana, que considera la salida del central un mal menor en lo deportivo y un buen negocio en lo económico.
Por tanto, su salida deja una sensación extraña. Si bien es cierto Valentín no partía como un jugador titular al inicio de esta temporada, las numerosas lesiones en la parcela central habían convertido al futbolista canario en una solución para Juan Antonio Anquela. Su enormes cualidades físicas y técnicas unidas a su juventud hacían del central una apuesta de futuro interesante. Pero sus problemas extradeportivos y la vuelta de Carlos David han podido pesar en una salida apenas 6 meses de llegar en propiedad al conjunto azulgrana. Sin duda una decisión deportiva algo sorprendente, que a buen seguro habrán sopesado en Camino Cocorón. Que en 6 meses dos clubes como la UD Las Palmas y SD Huesca hayan traspasado al mismo futbolista, da para reflexionar, pues si en algo se están caracterizándo ambas entidades es, en aprovechar muy bien sus recursos.
Este curso, Jesús había disputado 811 minutos en liga, repartidos en 10 partidos -9 de ellos de titular-. Y se da la curiosidad que en las 5 veces que la SD Huesca ha dejado la portería a 0, en 3 de ellas estaba Jesús en el campo.