delEl esperado proyecto de conexión entre las estaciones de esquí de Candanchú y Astún avanza con fuerza. Las obras comenzarán en abril de 2025 y su puesta en marcha está prevista para la temporada de esquí 2026-2027, marcando un hito para el Pirineo aragonés.
Una telecabina moderna y estratégica
Recorrido y diseño innovador
El nuevo telecabina tendrá 3,6 kilómetros de longitud, uniendo la base de Candanchú, a 1.508 metros de altitud, con Astún, situada a 2.038 metros. Este trayecto de 12 minutos incluirá una parada intermedia en Piedras Rojas, diseñada para facilitar futuras extensiones hacia Canfranc.
El trazado adoptará un diseño en “L”, adaptándose al terreno y ofreciendo a los usuarios una experiencia cómoda y panorámica.
Capacidad escalable
En su primera fase, la telecabina contará con 24 cabinas capaces de transportar 600 personas por hora. Con una planificación a largo plazo, se prevé duplicar su capacidad en 2030 y cuadruplicarla en 2035, alcanzando 2.400 personas por hora gracias a un total de 96 cabinas.
Financiación asegurada
El proyecto cuenta con un presupuesto de 35 millones de euros, financiados mediante fondos europeos Next Generation EU, aportaciones del Gobierno de Aragón y una contribución de 3 millones de euros de la Diputación Provincial de Huesca.
La construcción fue adjudicada en diciembre de 2024 a Teleféricos y Nieve S.L., filial de la empresa italiana Leitner, por un importe de 29,8 millones de euros.
Impacto y oportunidades
Más que una conexión invernal
Esta infraestructura no solo mejorará la conectividad entre dos de las estaciones de esquí más emblemáticas del Pirineo aragonés, sino que también potenciará el turismo durante ocho meses al año, extendiendo su utilidad más allá de la temporada de esquí.
La parada en Piedras Rojas abre posibilidades para futuros desarrollos, como una conexión con Canfranc, lo que reforzará el atractivo turístico y económico de la región.
Modernización del Pirineo aragonés
Este proyecto del telecabina posiciona a Candanchú y Astún en la vanguardia de las estaciones europeas, al ofrecer experiencias más integradas y accesibles. Con una oferta esquiable ampliada y nuevas oportunidades de desarrollo turístico, el Pirineo aragonés refuerza su competitividad y atractivo internacional.