Huesca perdía y ganaba el Almería, les confieso que no sufrí ni un poco, y eso que al Huesca le costaba generar juego antes del empate.
Pero amigos: nunca den por muerto a un equipo que se juega la vida aunque esté con uno menos, las ganas y el coraje hacen mucho, y el Huesca lo sabe bien porque hace unos días dio una clase magistral de cómo hacerlo.
Empató Osasuna y pudo voltear el marcador, y el Huesca no encontraba la manera de sujetar a los navarros que no tenían otra que ganar para recuperar plaza de playoff. Pero como en la primera parte el Huesca aguantó y supo domar a un bravo rival, se repitió la épica en la segunda parte con un trabajo excepcional de todos que personificó Luis Fernández con su mejor partido de la temporada y un tercer gol, que dejaba el cuento visto para sentencia.
Tiempo tendremos en hablar de Anquela, fundamental en la mutación del equipo, tiempo para hablar de los jugadores, igualmente culpables de la zozobra del principio y del extraordinario final de Liga. Ahora, si les digo la verdad, me molesta que se acabe esto porque como quedaran 4 o 5 jornadas más, igual el Huesca se metía en uno de esos embolados ilusionantes como es el playoff de ascenso, porque ahora mismo, se carga a cualquiera que le pongan delante.
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