HUESCA | Hidalgo tiene que darle una última vuelta de tuerca a su Huesca. El técnico de Canovelles es uno de los mejores entrenadores que se han sentado en el banquillo local de El Alcoraz y ahora tiene la oportunidad de demostrar su nivel superlativo. La pasada temporada salvó a un equipo con un pie en Primera Federación. Este curso ha construido un bloque que es candidato al ascenso. Y ahora que han llegado las lesiones tiene que demostrar tanto él como su cuerpo técnico (Salfranca, Sipán y Mallén) que todavía se guardan un as en la manga.
El entrenador lleva 62 partidos en el Huesca. La pasada temporada sumó 42 puntos en 32 partidos, logrando 1,32 puntos por partido. La clave de esa campaña y de la permanencia estuvo en las 18 porterías a cero que logró y los solo 0,69 goles por partido recibidos. Esta temporada ha mantenido su seguridad defensiva, con menos de un gol recibido por encuentro (0,86). Y donde ha mejorado es en sus números ofensivos. 41 por los 30 que marcó el curso pasado. Este curso tiene una media de 1,7 puntos por partido, que si mantiene de aquí a final de temporada le permitiría llegar al Huesca a 71 puntos.
Las posibles soluciones de Hidalgo en el Huesca
Hidalgo tiene que encontrar alternativas a los jugadores lesionados. El entrenador no tiene medios, pero tiene unos conocimientos tácticos que pueden mantener el sueño del ascenso vivo gracias a sus sorprendentes inventos tácticos. Tras las carencias mostradas en los últimos partidos surge la idea de probar el doble lateral. Teniendo a Moi Delgado y Toni Abad como laterales más defensivos, el Huesca podría reforzar esos costados con Valentín y Vilarrasa, que ayudan en defensa pero que son determinantes en ataque. Ante el bajo rendimiento de jugadores como Vallejo o Joaquín en Tenerife, el preparador tiene que darle una vuelta e tuerca a su proyecto y mostrar un nuevo invento que deje al mundo del fútbol boquiabierto.