La SD Huesca volvió a dejar fríos a los aficionados azulgranas que vieron cómo su equipo apenas apareció sobre el Benito Villamarín. Tampoco lo hizo el Real Betis y, al final, un polémico penalti decidió el partido. Parte de culpa de esa inexistencia de ocasiones de peligro vino por el partido tan serio que planteó la zaga altoaragonesa. De entre estos protagonistas, Jorge Pulido destacó, según los lectores de Sportaragon, por encima de todos.
La línea defensiva supo sobreponerse a los contratiempos que sufrió; la lesión de Vavro a los cinco minutos del inicio y la posterior baja de Siovas tras recibir un golpe en la cabeza. Pese a estos accidentes, mantuvieron la solidez hasta los últimos minutos cuando el encuentro se convirtió en un correcalles. Y en ese momento, Álvaro Fernández volvió a demostrar el gran nivel en el que se encuentra.
En un enfrentamiento con los nervios a flor de piel, el capitán fue uno de los que más calma y cabeza mostró sobre el verde. Organizó bien la defensa anulando a Borja Iglesias y sus posibles conexiones con Fekir o Canales. Además, ayudó en varias ocasiones a sacar el balón jugado salvando las papeletas a un centro del campo que desapareció por completo. En total, fue el segundo jugador que más pases realizó (35) por detrás de Gastón Silva.
La voz de un líder
Jorge Pulido ha dado un paso hacia adelante muy importante en estas últimas semanas tanto en el terreno de juego como fuera de él. Ha dado toques al equipo, reconociendo errores, cuando lo ha visto necesario, ha sabido mantener la ilusión a la afición en los principales baches y, ayer, puso voz al descontento azulgrana por el arbitraje recibido.
Al finalizar el partido, el central azulgrana aclaró que había sentido que árbitro había pitado en contra del pequeño. «Esas faltitas, esas decisiones al final eran para casa. Al final esto es fútbol, hay contacto. Habrá que verlo y valorarlo», reflexionó. En cuanto al penalti, dejó la responsabilidad sobre el VAR aunque con cierta duda: “Espero que de verdad lo hayan visto bien y haya sido penalti”.
Es esta actitud luchadora, de orgullo, la que ha hecho a Pulido un verdadero capitán para la SD Huesca; y es esta actitud la que debe impregnar en toda la plantilla para afrontar el último partido contra el Valencia con todo, tal y como hicieron ante la Real Sociedad y ante el Athletic de Bilbao. Esa sensación de equipo pequeño se debe erradicar, el Huesca debe creer en que merece quedarse en Primera División y Pulido es el capitán idóneo para hacer que este barco no se hunda.