El ciclismo aragonés vuelve a ofrecer un nuevo signo de mejoría. Esta vez no se trata de la victoria de uno de nuestros jóvenes ciclistas, ni viene por alguna novedad en alguno de los grandes eventos cicloturistas de los que disfrutamos en nuestra noble tierra. Va más allá, es recuperar y actualizar una parte muy importante de nuestra historia ciclista, es devolver a la vida a la abandonada Vuelta a Aragón, hecho que será una realidad la próxima temporada.
La UCI, en el marco de su 186 Congreso celebrado en Bergen (Noruega), ha dado a conocer el calendario de competiciones de cara a la próxima temporada y en el que definitivamente y ya de forma oficial aparece la Vuelta a Aragón. Ésta se disputará los días 11, 12 y 13 de mayo de 2018, habiendo sido englobada por el máximo organismo ciclista dentro de la Categoría 2.1, lo que permitirá la presencia de equipos World Tour.
El regreso de la ronda aragonesa ha sido posible gracias a la implicación tanto del Gobierno de Aragón como de la Federación Aragondesa de Ciclismo. La promoción turística que de la comunidad se puede hacer a través de este evento de carácter internacional es uno de los pilares sobre los que pivota el regreso de la ronda aragonesa, la cual en un principio recorrerá las tres provincias.
El regreso de la ronda aragonesa coincide con un momento dulce de nuestro ciclismo, en el que hasta cuatro de nuestros ciclistas, todos ellos oscenses, pueden estar en la salida de la próxima Vuelta a Aragón. Con Arcas ya afianzado en Movistar, Castrillo y Samitier con claras opciones de ser nuevos compañeros (según declaró el propio Eusebio Unzue) y Barceló probando con Cofidis, el aficionado aragonés tendrá un motivo más para volver a disfrutar del regreso de una de las citas más icónicas del deporte aragonés.