HUESCA | Monzón ha reunido cerca de 1.000 jugadores y jugadoras de rugby este fin de semana en su particular torneo único en el mundo. Cerca de mil personas llegaron el viernes por la tarde para ir pasando por la báscula y superar los 90 kg que deben pesar los chicos y 68 kg las chicas para poder participar. Es una de las condiciones para participar en este torneo exclusivo para delanteros de rugby (los 8 que empujan en las famosas melés).
Tras la inscripción y el pesaje individual comenzaron los juegos de bienvenida con la tradicional competición de peso por equipos en una báscula romana gigante y las pruebas para los “mini-talonas”, delanteros que por talla no llegan a dar el peso y deben demostrar que juegan en esa posición con pruebas específicas. En un ambiente festivo y distendido, Pozal de Funk y Dj McKeena ponían música a la recepción, y la charanga el Pincho cerraba la primera noche del torneo.
El sábado se dio lugar la competición con 52 equipos entre las categorías masculina y femenina. Tras una calurosa mañana de fases clasificatorias, el descanso de la comida dio un respiro a los participantes que pudieron disfrutar de las novedades del torneo: una “fan zone” con juegos de rugby, dos coches del patrocinador Automóviles Cabrero que debían arrastrar de manera individual y un mercadillo de artesanía.
Por la tarde se dieron los partidos que definirían las clasificaciones, ganando este año en categoría masculina el equipo de la Rugbyvoros frente a ART en la final, y las CNPenas de Barcelona al equipo de Rugbyvoras. Cabe destacar el aumento de nivel competitivo de este año, con jugadores y jugadoras de la selección española que vinieron a probarse en esta modalidad, así como varios jugadores semiprofesionales de ligas francesas. En el torneo se contó además con el trío arbitral designado para la final de liga de División de Honor masculina, todo un hito para un torneo principalmente amateur.