Sergio Lamúa, una vez terminado el partido, compareció ante los medios con sensaciones contrapuestas tras ver cómo los suyos caían en la prórroga tras una épica remontada.
El técnico admitió que se iba “con el sinsabor de la derrota, de haber podido competir, y de haber tenido un triple liberado para ganar el partido”. En cambio mostraba su buen sabor de boca de “a pesar de malos inicios en el primer y tercer cuarto, el equipo se ha vuelto a meter en el partido”.
“Tengo sensaciones contrapuestas. Por un lado la positiva es que nos metemos y agarramos a los partidos en todos los que hemos jugado y la negativa es que después de todo el trabajo, no nos hemos llevado la victoria”, expone.
Aprender de los errores
Incidió en la idea de seguir trabajando “aprender de los errores, para llegar a ser un equipo más competitivo y esperemos que la siguiente caiga de nuestro lado”.
En cuanto a la valoración del equipo, el técnico no pudo evitar dibujar una mueca. “Estamos en un proceso complicado, sin poner excusas, tenemos gente que ha llegado hace dos días a la plantilla, hemos venido con 9 jugadores, todo un hándicap no para jugar, pero si para entrenar“. Pidió encarecidamente buscar una solución entre todos -plantilla, cuerpo técnico, club- o nos va a ser muy difícil competir. Si somos capaces de trabajar al máximo nivel y solucionamos esas pequeñas cosas, en cuanto a número de jugadores, podremos ser más competitivos”, matizó el técnico.
Partido ante el Real Valladolid
Y en cuanto a los objetivos a corto plazo, Lamúa puso el foco en el próximo encuentro del domingo que viene contra Real Valladolid, resaltando que es necesario “hacer una buena semana, y meter a Andrejevic en la dinámica y hacer el mejor partido posible para lograr la primera victoria. Ante todo, trabajar para mejorar las cosas que tenemos que mejorar”.