Ocurrió lo esperado. Y ello a pesar de que en el corazón de todo zaragocista se albergaba la esperanza de que los de Víctor Fernández pudieran sorprender al Real Madrid. No fue posible y ello, a pesar de que el Real Zaragoza mostró una imagen digna y compitió incluso, cuando se veía con cuatro goles de desventaja en el marcador.
Los zaragocistas salieron con un once con demasiados suplentes y solo 4 titulares habituales. Es la Copa y pasar de eliminatoria era un sueño, pero ese sueño se volvió aún más irrealizable por los onces que cada uno de los dos equipos dispusieron sobre el campo. El Real Zaragoza tiene en jugadores como Cristian, Vigaray, Puado o Suárez su mayor puntal. Ante el Madrid, ninguno de ellos salió de inicio. Mientras, los blancos presentaron un equipo con muy pocos cambios respecto a un partido de Liga.
Esa diferencia se notó en calidad, velocidad y ritmo, pero no en entrega ni en compromiso. El Real Madrid se adelantó demasiado pronto en el marcador, con un gol de Varane en el minuto 6. Solo Kagawa parecía responder al peligro madridista. Delmás se volvía loco al intentar defender por banda a Vinicius. También es verdad que el canterano no recibió muchas ayudas de sus compañeros en esta complicada tarea. Pereira, volcado a banda derecha en su debut como titular, no se involucró lo suficiente en unas ayudas defensivas que eran imprescindibles. Ratón además, se volvió a mostrar nervioso jugando el balón con los pies. Un recurso al que es mejor que no acuda demasiado el meta zaragocista.
El 0 a 2 llegó a la media hora de partido con un tanto de Lucas Vázquez. Ahí el Real Zaragoza pareció relajarse. Quizás con el partido ya encarrilado para los blancos, los aragoneses se dieron cuenta que no tenían mucho que perder y entonces comenzaron a combinar con mayor fluidez. Soro y Kagawa estuvieron especialmente inspirados, pero además, los zaragocistas lograron forzar algún que otro córner para poner en apuros a Areola.
Suárez y Álex Blanco revolucionaron el Zaragoza – Madrid
En la segunda mitad, Víctor Fernández dio entrada a Luis Suárez y Álex Blanco por Linares y Pereira. Un doble cambio en el minuto 58 que dio otra tónica al Real Zaragoza – Real Madrid. Todos eran conscientes de que la remontada era tarea más que complicada, pero Suárez contagio su valentía y entrega a los once jugadores blanquillos que estaban sobre el campo. Se fue de Marcelo y eso hizo despertar la ovación de la grada que estuvo animando a los suyos en todo momento.
Álex Blanco, Kagawa e Igbekeme intentaron sorprender a la defensa de Zidane. No lo consiguieron, pero el Real Zaragoza mostró una imagen más que digna ante uno de los mejores conjuntos de Europa. Llegó el tercero del Madrid por medio de Vinicius y apenas 7 minutos después, ya en la recta final del partido, Benzema sentenció. Todo ello no impidió que la fiesta se siguiera viviendo en las gradas de La Romareda. Esta afición tiene hambre de buen fútbol con una ambición solo propia de la Primera División. La Romareda vivió una gran noche a pesar de una derrota en la que el peligro por bandas del Real Madrid condenó al Real Zaragoza.