La sonrisa del Rayo amenaza al Huesca, por Marcos de Vicente (@UnionRayo).
Corrían malos tiempos por Vallecas. Antes del encuentro frente a la Cultural Leonesa, los de Míchel llevaban 450 minutos sin ver puerta, y afrontaban su compromiso con los leoneses como una auténtica final. Era el primer partido con un once titular que seguramente sea el definitivo, y se notó. Raúl de Tomás, todavía no al 100% físicamente, fue un peligro constante, y permitió que Óscar Trejo pudiese partir ya de su posición natural en la mediapunta en vez de la de falso ‘9’, que es donde se había movido hasta ahora el mejor jugador de los franjirrojos.
Además, en el lateral derecho ha entrado aire fresco. Ahora es Baiano el que muestra seriedad atrás y calidad en ataque, y se está erigiendo en uno de los estandartes de este equipo. Con la victoria frente a la Cultural, los vallecanos se colocaron con 9 puntos, a tan solo dos del primer clasificado. Atrás quedan las dos derrotas seguidas en casa por 0-3, eliminación copera incluida, y los de Míchel llegan a Huesca con la confianza por las nubes.
Un 4-1-4-1 con mucha movilidad
Lo que no ha cambiado desde que comenzó la temporada 2017/18 de la Liga 1|2|3 es el esquema. El míster madrileño optó desde el principio por un 4-1-4-1 con un solo pivote defensivo y, por delante, la línea de cuatro. Normalmente forman Roberto Trashorras, como hombre más retrasado, y dos interiores por delante, Santi Comesaña y Óscar Trejo, si bien los dos extremos suelen permutar posiciones con los hombres del medio. Tanto Embarba como Unai López no son extremos puros, y vienen hacia recibir por dentro y a generar superioridades. En punta, un Raúl de Tomás extramotivado que ya ha anotado su primer gol en Liga.
También, parece que la fragilidad defensiva de la que han adolecido los franjirrojos en los primeros encuentros ha desaparecido. Los pocos errores en el último partido frente a la Cultural son el mejor ejemplo de que este Rayo ha cambiado y que la visita Huesca llega en la mejor momento del conjunto vallecano.