Las dos caras del ciclismo dentro de un mismo equipo. Los altoaragoneses del Euskadi-Murias nos han recordado estos pasados días que el ciclismo es felicidad cuando de visitar un pódium se trata pero que ese mismo deporte se torna cruel y despiadado cuando por circustancias de la carrera tu cuerpo queda maltrecho tras acabar rodando por el asfalto. Lo han hecho Fernando Barceló, representando al bien, y Sergio Samitier, poseído por la desgracia.
Primero lo positivo. Se ha celebrado este fin de semana el Tour du Haut Var. Otra vez Francia, otra vez Barceló, y el mismo modus operandi, la escapada como medio para conseguir los objetivos. Fueron dos jornadas por territorio comanche que Fernando aprovechó para abandonar la disciplina del gran grupo, dos días en los que lucir el llamativo verde de la escuadra vasca e ir, como quien no quiere la cosa, arañando puntos en la clasificación de la montaña. Esa alergia a la comodidad del pelotón le está llevando a darse cuenta de que a sus escasos 22 años tiene unas piernas que no desentonan en el mundo profesional. De momento este domingo se enfundó el maillot de la montaña de la prueba gala. Si no lo han visto no se preocupen, vendrán más como este.
Ahora lo malo. Fue en Andalucía, durante la disputa de la primera etapa de la Ruta del Sol. En el sur, Sergio Samitier daba con sus huesos sobre el asfalto andaluz. Como resultado un cuerpo magullado allí por donde lo miraras. No se salvó ni la cara. Afortunadamente fue un tema más de chapa y pintura que de motor, pero el coche aunque funcione ya no va igual. El del Somontano, ciclista de raza para quien aún no lo conozca, llegó a meta y de ahí directo al hospital. ¿Abandonar?, no, hace falta bastante más para echar a Sami. Eso sí, tampoco fue precisamente un camino de rosas por donde transitó Samitier hasta el final en la crono del domingo, y es que recuperarse de una fuerte caída sobre una bicicleta y en plena competición no es lo más recomendable.
Arcas y Movistar afinan
La escuadra telefónica comparecía en la Ruta del Sol con el serrablés Jorge Arcas y con Mikel Landa como líder de la formación. Primera vuelta para el alavés y primera vuelta en la que no aparecía Valverde. Pero lejos de esos detalles, Movistar dejó una buena sensación como equipo, siempre muy atentos en cabeza buscando el triunfo de etapa, un triunfo que llegaron a rozar con tres segundos puestos (Barbero, Landa y Amador) y con un Arcas muy activo en labores de equipo, atento a los cortes y que acabó firmando una interesante crono en Barbate. Como premio la clasificación por equipos, es decir, Arcas y sus compañeros a pódium.